Estelarizado por una deleitante Janet Leight, y un inestable, pero increíble actuación de Anthony Perkins, se narra la historia de un robo monetario, uno que cambiará la vida del personaje de Leight, Marion Crane, pero sin querer termina en un motel en medio de la nada, que es administrado por un hombre llamado Norman Bates, que vive misteriosamente con su ¿madre?, y de ahí Hitchcock nos deja con algunas de las secuencias más memorables del cine en su totalidad, conmoviendo no solo como producción técnica, sino con un manejo fantástico del llevamiento de la historia para acallar en una de las más exquisitas piezas artísticas jamás hechas.
¿Recomendable? ¿Cómo no recomendarla? Tesoro de la humanidad.

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