Dirigida por Matt Reeves bajo la producción del popular geek JJ Abrams, protagonizada por Michael Stahl David, Mike Vogel, TJ Miller, Odette Yustman, Lizzy Caplan & Jessica L, la cinta de foundfootage sobre un kaiju llamado Cloverfield, con un origen demasiado similar a Godzila, nos hace preguntarnos qué pensaría Dziga Vertov del uso de su modo cinematográfico en un género como el que se usa en esta película.
Sobre el ataque de Cloverfield extrañamente a New York, y el escape, regreso y escape de unos chavos que originalmente documentarían una fiesta de despedida, la película más que causar curiosidad y aprovechar al 100 el uso de la cámara-ojo, es como estar en una montaña rusa por dos horas, pues la experiencia es vertiginosa, incesante, desesperante y mareadora, por lo que en ocasiones llega a cansar ese constante movimiento de luces y explosiones alrededor de la línea del camarógrafo; así que el estilo realmente no aporta nada a la trama central, y la trama central no es el hilo negro dentro del mundo de los kaijus, por lo tanto, la cinta está un poco más sobrevalorada de lo que debería de estar, y con esto no digo que sea mala, solo que no es una indispensable, es algo que se debe saber que existe, pues allá afuera Cloverfield cuenta con una fanáticada fiel, pero no es una experiencia memorable o inspirable, solo es una cinta de moustros, que bien podría encajonarse con otras de las que casi nadie se acuerda como La Reliquia (The Relic), esa de 1997 ¿ven? nadie se acuerda...
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