Obviamente la salida de Sean Connery es controversial para la saga, pues tras cinco films donde él había encarnado al agente 007, los seguidores tendrían la lealtad suficiente como para prejuzgar a quien quiera que le supliera, y ese fue el primer punto en contra de la película, el prejuicio, pues el patito feo de la franquicia, George Lazenby, es víctima de ese cambio, es el motivo de que no siguiera en la saga, pese a la oferta de un contrato para 7 films más, y es el máximo dilema de la sexta entrega de James Bond.
Comenzando la historia en un puerto, 2 años después de You Only live Twice, en medio de la misión de atrapar a #1 aka Blofeld (Telly Savalas), cuando la chica bond en turno, Teresa de Vicenzo (Diana Rigg) se va a suicidar y Bond la salva, pero ella abnegada se da a la fuga y todo comienza con la famosa frase "Esto nunca le pasó al otro tipo". En la siguiente secuencia Teresa está nuevamente en aprietos al negarse a pagar en un juego de pokar que pierde, y Bond la salva nuevamente, empezando una relación amorosa, que termina en golpes de un ayudante de la dama... ésto lleva a tratar de encontrar porqué y es debido a que Teresa es hija de un mafioso llamado Draco (Gabriele Ferzetti), que le andaba buscando porque como su hija tiene depresión, cree que si se casa la felicidad volverá a ella, así que el mafioso ha decidido que Bond es el perfecto para su niña. Bond, pese a querer con ella se niega, pero cuando Draco le ofrece dinero y la ubicación de Blofeld, él acepta... sin embargo cuando Teresa se entera del negocio, se enoja y hace que su padre le diga la ubicación del villano aunque no se case con ella; en un lapsus, los dos tienen su momento enamorado desinteresado, y Bond sigue su camino.
Lo incoherente de la cinta: Bond llega a la guarida de Blofeld como un genealogista, y como trae lentes, el villano no lo reconoce... Bond dice que le conseguirá el título de conde y todo muy a gusto, pero el malo pronto le descubre y le encierra, no sin antes decirle su plan de conquistar el mundo con bombas bacteriológicas que volverán todo infertil, y a parte de que esta construyendo un ejército de femmes fatales a su servicio. De una u otra manera logra escapar, y en su escape se encuentra a Teresa y ella le ayuda en una de las mejores secuencias de acción que recuerde <Teresa kicks asses> , solo para ella terminar prisionera de Blofeld.
Luego del lío, Teresa y Bond se casan, y el final es tan sorprendente y sombrío que perdona la ausencia de Connery y todas las faltas que la cinta pudiera poseer.
Cabe destacar que las presencias de M (Bernard Lee), Q (Desmond Llewelyn) y Moneypenny (Lois Maxwell) en la secuencia de la boda ayudan al factor nostalgia que ayuda a que el factor sentimentalismo sobresalga al hecho de que si el 007 se casara significaría el final de su afamado golfismo, que tanta admiración causaba entre hombres y mujeres.
Contando con el tema musical por parte de Louis Armstrong y el score de John Barry como uno de los soundtracks más celebrados de la franquicia, y destacando el trabajo del nuevo director, Peter Hunt, digno de ponerle como parte de la saga completa, es lamentable que no hayamos podido ver más de Lazenby como Bond, pues apenas empezaba a acostumbrarnos a su interpretación que seguro podría haber dado para más.
La cinta sí es recomendable sean fans o no del 007, del cine de acción o anexos, es entretenida, seductiva y persistente (pese a los errores de continuidad mencionados), y nos prepara para saber que para James Bond "el mundo no es suficiente".
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