Dirigida por Lenny Abrahamson, la película basada en la novela de Emma Donoghue es una más de las favoritas de la temporada de premios 2016. Con nominaciones hacia película, dirección y actriz, la cinta irlandecanadiense estelarizada por Brie Larson y Jacob Tremblay es una bonita y emotiva competidora en la que vale la pena invertir tiempo cinéfilo de calidad.
Seguramente todos tienen una idea de donde viene y a donde va la historia: Una mujer con su hijo en un cuarto. Sí, el poster y el título lo sugieren; así que iniciando así, en un día "cualquiera", Ma (Larson) y su hijo de larga cabellera Jack (Tremblay) viven en un cuarto; comen, hacen ejercicio, juegan, duermen... luego mete a Jack en un closet, llega un viejo (Sean Bridges), tiene sexo con ella y se va. Al día siguiente igual, al día siguiente igual... Él le trae juguetes, y si el hombre y el niño se llegan a ver, ella pierde los estribos y se pone toda loca. Jack es el narrador y habla, a sus cinco años, de una perspectiva muy suya de la realidad, denotando que no conoce otra cosa que el cuarto.
Ma se harta, le cuenta la verdad a Jack, y planean fingir enfermedad en el niño para que el hombre tenga que llevarlo al hospital, y ahí pueda pedir ayuda a alguien; el primer plan falla, pero continúa fingiendo su muerte, y ahora es cuando Jack puede tener ese respiro al mundo real y buscar a alguien que ayude a la liberación de él y su madre o morir en el intento.
No profundizo más para evitar spoilers, pero puedo decir que la película termina siendo una pieza bastante entretenida y dramática que más que nada se lleva Tremblay; no le resto importancia a Larson, pero sin duda es el niño quien se lleva la película bien pudiendo competir con niños como Quvenzhane Wallis en Beasts of the Southern Wild.
Completando el cast con William H Macy, Joan Allen y Tom McCamus, quizás no sea la mejor cinta de la historia pero es bastante aceptable y justificable su competición con las gigantes del año; por lo que La Habitación es una película recomendable pero sin esperar ver esa máxima joya que el solo hecho de ser nominada propondría que es.
La vi hace unos días y se me hizo bastante regular. De hecho mi esposo se quedó dormido. Esa espectacularidad de la que hablan más allá de las actuaciones, al menos yo no la percibí.
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