Todos amamos las de James Cameron, dejamos en tres puntos suspensivos la de Mostow, dividió opiniones la de McG, pero ésta se promocionaba como el gran quiebre que salvaría a la franquicia entera, pues se consideraba que el daño hecho por la #3 y la #4 era irremediable, por lo que afectar las líneas del tiempo entre secuela, remake y reboot parecía, para el director Alan Taylor (Thor 2), como algo revolucionante y milagrosamente cambia-cursos.
Comenzando en el futuro distópico de la 4, John Connor (Jason Clarke) manda a Kyle Reese (Jai Courtney) a 1984 a lo que pasó en la primer película, pero cuando llega Sarah Connor (Emilia Clarke aka Khalessi) ya no es la chafita de la cinta original, sino una bad ass educada por un terminator (Arnold Schwarzenegger) enviando por quien sabe quién -nunca dicen quién lo envió- a reeducarla desde niña; en la línea del tiempo actual hay 2 terminators malos ahora, el de la cinta 1 y uno similar al de la 2 siguiendo a Kyle; la solución: viajar en una máquina improvisada al 2017 ¿Qué? ¡¿2017?! ¿¡Porqué 2017!? Pues al parecer tanto viaje en el tiempo sí ha creado varias líneas temporales, así que sí pudo pasar el apocalípsis como en la 2 y la 3, pero ahora será en 2017, donde les espera una desagradable sorpresa spoilerada desde el trailer -no me miren con esos ojos, ya habían sido spoilerados desde antes- y ésta última amenaza les hará de su odisea interdimensiotemporal una de las más extrañas aventuras que el universo de los terminator haya vivido.
Así, que sí, esa es la historia de la cinta que según se volvería la mejor secuela de saga, y redimiría los "errores" de las pasadas; sin embargo NO, siento defraudarlos, pero lo hecho por Taylor, por más bien que me caigan ambos Clarke es solo una aventura veraniega de blockbuster un poco más caro que un mock, y nada más; y ¿porqué? a parte de falta de propositivismo, la cinta es demasiado incongruente, cuenta con una cantidad innecesaria de gags que estorban, o se vuelven solo decorativos tontos en una trama nada atractivo, y qué mencionar la participación de JK Simmons, quien luego de ganar su oscar le tocó interpretar un papel de menor rango que su participación en aquellos ayeres en La Ley y el Orden...
La cinta es divertida pero superficial y vacía, entretendrá familias, pero seguro decepcionará a más de un fan de la saga original... quizás si hubiera sido un videojuego, pero en el cine de ciencia ficción es el verdadero hijo no deseado, que hace lucir los antiguos errores del pasado como grandes joyas menospreciadas.
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