lunes, 4 de febrero de 2019

Clímax (2018)

Dirigida por Gaspar Noé y formando parte del complot anti espectadores de empresas como Cinépolis, donde las películas bien hechas son directamente mandadas a las salas VIP como una declaración latente de que las distribuidoras y las salas no tienen la menor intención de dar al público material de calidad -lean mi texto "Cinépolis te odia" de la vigésimo séptima parte de la revista de este blog y Engrane de Matracas, 237 Cinepensamientos Seculares- La cinta es continuación del legado fílmico del director, y como sea no deja a nadie con un sabor de boca insípido, sino genera toda clase de sensaciones como pocas películas lo logran, pero como el señor Noé siempre entrega...
La cinta está basada en un hecho ocurrido en los 90´s, cuando un grupo internacional de danza contemporánea hace una fiesta en medio de un invierno atroz, pero alguien pone LSD al ponche que todos toman, y la fiesta se sale excesivamente de control.
Contando con Sofía Boutella como actriz principal, pero apoyada por un enorme crew de bailarines profesionales de primera, la cinta es un experimento más del director, una joya del cine danzístico y un viaje etílico a la mente observadora del director, quien brinca de lo cursi y sentimental de Love a un viaje ácido tétrico muy del estilo de Into the Void, pero con un nivel menor de abstracción, una muestra de humanidad inhumana y una muestra de la insanidad del aislamiento, hecho del que tantas veces se ha hablado de tantas maneras.
La cinta, en lo personal, sí se me hace de lo mejor del ´18, pero no de lo mejor del director, aunque no la considero en absoluto innecesaria, Noé hace una cinta que, como siempre, rompe paradigmas y va más allá de los estilos narrativos con los que el cine cuenta... Es una cinta perfectamente bien realizada, excelentemente bien musicalizada -hasta al más tabla contagia de ritmo-, y podría decirse que de lo único de lo que abusa el director es de las tomas aberrantes, que más que ácidas representaciones se torna por momentos demasiado intolerable, sobre todo ya que la película va avanzada en el caos desatado...
Otro de los elementos negativos que se pueden mencionar es el caso Von Trier-Noé, pues ésta peli y La Casa de Jack son contemporáneas, y se dice que cuando Noé vió la cinta del otro murió de risa al llamarla ridícula y fofa... Uno pensaría que el nivel de bestialidad en Clímax sería entonces 1000 veces peor, sin embargo cada una se sostiene por sí misma, muy alejada la una de la otra... ninguna le pide nada a la otra, y no viene al caso una lucha entre ambos genios...
La cinta es 1000% recomendable, les dejará hablando de ella por mucho tiempo, oyendo el soundtrack una y otra vez, poniendo la música en sus fiestas, y recordándola aún más... Solo que como en todo el cine de Noé, hay que ir sabiendo que es cine de autor, y nada tiene que ver con el cine que las distribuidoras insisten en poner, forzando a las mayorías a consumir basura fílmica que ni siquiera debería de sugerirse como guión.










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