John Connor nació, y ha crecido hasta convertirse en un teen malcriado, estelarizado por quien consiguiera su máximo espelendor en la cinta, Edward Furlong, quien vive con su madre, Sarah, interpretada nuevamente por Linda Hamilton, pero ahora en un rol duro y bad ass como casi ninguna heroína del cine que haya habido, además de tener a Schwarzenegger como un Terminator, pero ahora bueno, reprogramado por el John del futuro para defenderse a él mismo y a su madre de una versión de Terminator más moderna, el T1000, interpretado por Robert Patrick, haciendo parecer a la épica cinta del 84 una churrada comparada con esta joya de la ciencia ficción.
Sin duda, ésta de esas secuelas que hacen pedazos a la original, pese a su repercusión y popularidad; la cinta es un clásico instantaneo y sin duda es el primer ladrillo rígido en la consagración de Cameron como uno de los mejores directores de la historia. Una absoluta imperdible.

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