lunes, 1 de septiembre de 2014

JRR Tolkien´s Lord of the Rings (1978)

Hoy en día conocemos al artista Ralph Bakshi más que nada por sus colaboraciones con los nuevos capítulos de Ren & Stimpy al lado de John Kicfalusi, si indagamos lo vemos en uno de los más grandes hits animados reallife con Cool World, pero cuando la estrella de Bakshi más brilló fue tras su controversial Gato Fritz, innovando en presupuesto y producción las cintas animadas para adultos, lo que le lleva a la hozadía de intentar acaparar uno de los más ambiciosos proyectos en los que Hollywood trató de abordarse, y ese era El Señor de los Anillos, pues habiendo fracasado al estar rápidamente en manos como Kubrick, y teniendo a Disney como una fábrica inamovible e infalible de animaciones, la posibilidad que un indie que soñaba un Señor de los Anillos musicalizado por Led Zeppelin, de tres partes de dos horas cada cinta era imposible, consiguiendo luego de tres intentos el permiso para adaptar La Comunidad del Anillo y Las Dos Torres en una cinta a ver cómo le iba para aprobar posteriormente El Regreso del Rey... La cinta es duramente criticada, pero el tiempo le ha hecho justicia y se considera como de las más relevantes odiseas animadas que jamás se hayan filmado y da su lugar a Bakshi entre los autores que se lanzaron al incierto con ideas propias y al final prevalecieron.
Iniciando con el cumpleaños de Bilbo, el relevo del anillo y el descubrimiento de Gandalf de que el anillo es el anillo malvado de Sauron, la cinta pasa de un increíble nivel expresivo de animación a demasiadas secuencias rotoscópicas que si se usara menos perjudicaría menos la calidad original del filme, aunque después de todo estas imperfecciones aumentan el nivel autoral y artístico que tanto se le celebra hoy en día al director...
Pero sí, la cinta se siente inconclusa, empieza como una digna competidora contra Disney, pero entre la negativa de la conclusión en la segunda parte y la prisa que pareciera que Bakshi tenía como presión de los productores sí le resta en el nivel de calidad y esa afrontación entre lo comercial y lo artístico se vuelve el principal factor de disidencia dentro del a veces considerado mejor proyecto del director.
Por lo que sin duda es una increíble recomendación, y más aún si usted es fan de la historia de Tolkien, pero la prueba máxima de comprobar la posibilidad de que el genio artístico independiente es capáz de derrocar al emporio omnipresente capitalista de Disney nunca sucedió, pues afrontar con la bohemia de la independencia el metodismo fascista productivo siempre será una guerra perdida; no obstante, Bakshi y su genio artístico continúa e innolvidablemente se consolida como uno de los gigantes de la animación de todos los tiempos.







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