miércoles, 2 de julio de 2014

Soylent Green (1973)

Basada en la novela "¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio!" de Harry Harrison, y dirigida por Richard Fleischer, sin ser la obra maestra de efectos especiales, debido a su naturaleza de ciencia ficción futurista, la película es uno de los grandes clásicos del género debido más que nada a su controversial temática, que entre mezcla de destrucción natural que el ser humano ha iniciado con canibalismo corporativo que hará traumatica la experiencia de subsistir al paso del mañana en el mundo en declive que el ser humano ha generado para su porvenir.
Sobre un futuro en decadencia (como menciona la introducción), donde la separación por clases sociales es más que remarcada y los humanos, a falta de alimento real debido al efecto invernadero, son proveídos solamente de producto 99% artificial llamado soylent amarillo y soylent rojo, la gran corporación Soylent da la gran noticia de que han podido sacar un tercer y mejor soylent para la población: Soylent verde, por lo que el mañana se ve más fácil y libre de las problemáticas actuales... La historia se centra por el que parecía recién salido de la tragedia del Planeta de los Simios, Charlton Heston en el papel del policía Robert Thorn, quien vive con un viejo profesor, Sol Roth (Edward G Robinson), quien es su amigo y consejero en la vida diaria. Rob Thorn es mandado a investigar un controversial asesinato de un directivo de Soylent, que lo va conduciendo a ideas extrañas que no logra resolver, sino hasta que Sol decide suicidarse, corporativamente también (un feliz suicidio por el que pagas para que te pongan bellas imágenes del pasado), y le dice a Rob que para resolver el gran misterio de su era debe de seguir su cadáver, pues éste le llevaría a resolver esa pregunta que giraba alrededor del soylent verde...
Completando el elenco con Leigh Taylor Young, Chuck Connors y Brock Peters, la traducida al español como "Cuando el destino nos alcance" es una joya distópica comparable con libros como el básico 1984 de George Orwell (el libro, no la película) o el Mundo Feliz de Aldous Huxley (el libro también, no la película), pues sin tener que caer el apocalípsis bíblico y el mecafindelmundo, Fleischer explora un final peor, un final más real, la naturaleza humana ante la tragedia natural... Así que con un frío silencio que eriza los vellos del brazo, Soylent green es una absoluta básica recomendación en el mundo de la ciencia ficción y el cine en general, de la cual todo cinéfilo debería de tener conocimiento.






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