Ahora utilizando a uno de los actores más populares del momento, gracias al éxito de la franquicia de The Mummy, Harold Ramis utiliza a Brendan Fraser para estelarizar la película que le sigue a Analyze that, teniendo ahora que filmar el remake de una película de 1967 con el mismo nombre.
Completando los roles estelares con la hermosa Elizabeth Hurley como el diablo, la película narra la vida del perdedor Elliot Richards, que no da una en su vida, la cual vive enamorado de una mujer de la oficina, la cual lo trata con indiferencia y altanería, interpretada por Frances O´Connor, y siendo objeto de burlas y un intermitente bulling de parte de sus compañeros de trabajo; por lo que un día se le aperece el diablo, en forma de mujer sensual, y le propone cumplirle siete deseos, los cuales casi siempre se enfocarán en conseguir llegar a Alison, la de la oficina, pero el diablo siempre encontrará la manera de malformar las peticiones de Elliot y llevarlo así, de escenario a escenario, en las situaciones más ridículas y bochornosas a las que el protagonista se haya enfrentado.
Talvez la dirección de Ramis, talvez el carisma de Fraser, pero entre todas las boberías que los deseos terminan siendo, vemos en la relación Fraser-Hurley una de las parejas más simpáticas y divertidas del cine de principios del siglo XXI/fines del XX, y sin afectarle el status de película dominguera, que aún con su divertido estilo, la película cumple el propósito de entretener y podría considerarse entre las mejores de los protagonistas y el director. Recomendable, pero claro, sin esperar la gran pieza fílmica, solo para pasar un entretenido rato de diversión.
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