Durante la Tormenta (2018)

Dirigida por Oriol Paulo, y parte del catálogo de Netflix, la cinta ha sido ignorada por la digitocracia común y ha pasada a ser una más de la plataforma, dejando solo a los curiosos más comunes para encontrarla... nosotros la hemos descubierto y ésto es lo que hay que saber de la cinta de la que nadie está hablando:
Estelarizada por Adriana Ugarte, la historia inicia hace 25 años, cuando, en medio de una tormenta, un chico se graba tocando la guitarra pero es detenido por un grito femenino en la casa de los vecinos, muy al estilo de la Ventana Indiscreta el niño va a ver qué sucede y halla al vecino con un cuchillo parado al lado de su esposa; el pequeño sale corriendo de ahí perseguido por el asesino, pero al llegar a la calle no se fija y es atropellado dándole muerte instantáneamente. Ahora sí en la actualidad, una pareja (Ugarte & Álvaro Morte) vive en la misma casa donde el pequeño se grababa en la tormenta mencionada... Casualmente ellos también viven una tormenta como la sucedida en 1993 y acaban de encontrar la cámara y la tele con la que Nico (Julio Bohijas) había utilizado antes de su atropellamiento; Vera (Ugarte) la prende y ve al pequeño justo antes de su muerte, ella le previene de no ir a casa del vecino, tratando de evitar la desgracia, lo cual sí sucede, la señal se corta, y ella se va a dormir terminando por despertar en un mundo diferente al que dejó la noche anterior, puesto que al no morir Nico el mundo era un lugar enteramente diferente, donde no solo no estaba casada con David (Morte), sino que nunca había tenido a su querida hija y varios eventos en su vida jamás habían tenido lugar; solo que ella sí lo recuerda, y al hacerlo empieza una carrera para rehacer el tiempo antes de que la tormenta de 3 días termine y ya no pueda enmendar lo que había provocado al salvar a Nico y a la vez eliminar su propia historia... para esto contará con la ayuda de un amable detective (Chino Darín) que pese a lo ilógico del caso termina dedicándole tiempo completo y la totalidad de las fuerzas policiacas y médicas -en ciertos momentos- que bien vendrían a parecer innecesarios en un contexto argumental pero que terminan teniendo sentido ya al completar la película.
La cinta entonces no es épica ni absoluta, como a uno le gusta encontrar, pero tampoco es mala ni innecesaria; es basta, está bien hecha, es emocionante, un tanto predecible, pero no en un nivel desagradable sino placentero.
Claro que la pieza es recomendable para verla en pareja en una tarde tormentosa donde talvez alguna interferencia también podría comunicarles a ustedes con sus yo fanáticos de Cindy Lauper.