Con una gran campaña alrededor de este remake live action, se vuelve, mínimo como fenómeno previo, una de las más esperadas películas del año; la producción se va armando, los detalles revelando, y cuando se anuncia que Scarlett Johansson sería la protagonista, la polémica se desata... ¿Que qué realismo o veracidad habría si ponen a una chica occidental de protagonista de una de las más importantes piezas orientales que haya en los últimos años, una que podría decirse dictó el rumbo de la ciencia ficción? Le preguntaron a Masamune Shirow, creador del manga original, y no tuvo bronca, solo que ya saben como a la sociedad digital le encanta... así que pese a todo el furor, todo queda así:
Dirigida por Rupert Sanders, la cinta nos narra la historia de la Mayor (Johansson), una cyborg que perdió su cuerpo por razones no plenamente especificadas al comienzo, y lo que logran es salvar su ghost/espíritu y colocarlo en este nuevo cuerpo robótico o shell. Ella es policía bajo el mando del cool jefe Daisuke Aramaki (Takeshi Kitano) y compañera de un amante de los perros de nombre Batou (Pilou Asbaek); todos andan en una misión para encontrar a un anarco hacker llamado Kuze (Michael Pitt), quien ha estado interviniendo a personas específicas muy involucradas con el proceso de robotización de casi todos los personajes de la historia, llevando esta línea a la Dra Ouelet (Juliette Binoche), quien se dice creadora y protectora de la Mayor; una vez que los mundos conspirativos se junten con los constructivos se revelará el gran secreto de su creación y conllevará la secuencia final a la que sabíamos la cinta tenía que llegar.
Completando el cast con Chin Han, Kaori Momoi, Peter Ferdinando, entre otros, y musicalizada por el mismísimo Clint Mansell; la película termina siendo épica en cuanto a estética futurista confiere; con gran influencia de hitos como Blade Runner más que de la misma Ghost in the Shell original, y talvez esa es su primer falla, tirarle más a encajar con el scifi gringo con el oriental, cuando hace un replanteamiento de esa joya japonesa; el siguiente contra es la falta de profundidad de los personajes, talvez solo el amor de Batou por los perros y la relación de la Mayor con la mamá de Motoko sugieren ir más allá de éstos; el último punto negativo sería que comparada con el anime, la versión live action es demasiada luminosa; el carácter oscuro casi noir casi lúgubre es de los elementos más arraigados de la versión animada... fuera de ahí, la película es entretenida, cumple como blockbuster, pero sin duda, todos estos puntos en contra que sobre todo los más extremos otakus resienten, le restarán puntos a la cinta tachándola de mal hecha y de proyecto fracasado.
En cuanto al blog de un ojo tiene que ver, nosotros creemos que está pasable, muy bonita estéticamente hablando, y cumple como blockbuster B más que como remake... por eso es más recomendable para gente alejada de las versiones anteriores que para fans de hueso colorado.
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