martes, 22 de octubre de 2013

Goodfellas (1990)

¿Cómo se habla de la relevancia de alguien como Martin Scorsese para su relevancia con el cine? Así: Hugo, Gangs of New York, Age of Inocence, The Departed, Shutter Island, Casino, Cape Fear, NY Stories, Last Temptation of  Christ, Taxi Driver, Goodfellas...
Y es de ésta última ¿una de sus mejores? ¿se puede hablar en estos términos de una filmografía así?
La historia estelarizada por Robert DeNiro, Ray Liotta y Joe Pesci es, en términos mafiosos, una de las mejores películas, ahora en términos generales, una de las mejores creaciones cinematográficas, un tesoro narrativo y audiovisual, histriónico y autoral; narrando la historia de Henry Hill (Liotta), un niño que quiere entrar a la mafia sin medir consecuencias, y así bien, tiene que afrontar el devenir de problemas que su desición y su querer traen consigo.
Inspiradora de un sinfín de películas del género y más, de caricaturas como los palomos de Animaniacs, prueba del ilimitado talento de De Niro, Liotta y Pesci; una joya cultural, fenómeno cultural allá en 1990 y actualmente, y seguro 1000 años en el futuro, la manera que Scorsese nos deja con Goodfellas es una de las mejores maneras de narrar un proceso mafioso, elegante y mortal, en un mundo pop y en ascendencia como lo es el que vivimos, habitamos, interpretamos y describimos.
No hay peros, no hay contras, solo halagos, admiración, recomendaciones y aplausos, una indispensable para entender el cine después de Goodfellas, un hito, un tope, un camino, y una flecha de dirección en el camino.


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