Sobre Thomas (Dylan O´Brien), quien despierta en un lugar desconocido lleno de chavitos que dicen llevar tres años tratando de comprender qué hacen ahí y cómo pueden salir, elaborando en el inter toda una sociedad establecida cuya finalidad es la estabilidad y la paz, en lo que llega el momento en que estos niños logren salir de ahí; sin embargo a Thomas no le interesa su sociedad o sus reglas, e impulsivamente arriesga constantemente la seguridad de todos los habitantes de ese lugar por su necedad de escapar cuán rápido pueda; todo seguido por la llegada de la que se anunciaba como la última en llegar al lugar, una chica (la única mujer de esa "carcel") llamada Teresa (Kaya Scodelario), quien dice el nombre de Thomas, y poco a poco va revelando el secreto de qué hacen ahí, teniendo al final, luego de todas las acciones narcisistas del personaje principal, que la única opción que queda es seguirlo como líder (casi obligadamente), para hallar la libertad de ese habitad ahora destruído.
Aunque podría ser uno de los peores protagonistas que podamos recordar, pues ni siquiera llega al papel de antihéroe desinteresado cool, sino que es un personaje con complejo de mesias desbordante; es el buen desarrollo de los personajes, y la buena tensión que Ball logra dejar en la cinta lo que la saca a flote, y deja la interrogante de qué es lo que les pasará a ese grupo de chavitos y su ególatra líder... Los efectos son buenos, la tensión aceptable, no se podría considerar lo más épico del género, pero tampoco lo peor; hace comentar, te hace opinar, genera diálogo, y esos tres puntos suspensivos dejan la puerta abierta para la mejoría, y estas puertas a veces traen buenas sorpresas como Los Juegos del Hambre lo demostraron antes; por lo que es recomendable para pasar el rato, pero si usted es fan de las cintas de ciencia ficción teen, y de toda esta serie de cintas adaptadas que tanto han pegado, adelante, un rato entretenido seguro pasará.
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