Dirigida por Kevin Greutert, uno de los básicos de la saga original de Saw, Jackals, según se cuenta como parte del contenido de la película, es una cinta basada en hechos reales sucedidos en los 80´s, narrando la historia de Justin Powell (Ben Sullivan), quien viaja con un amigo por la carretera oyendo metal muy buena onda, pero cuando una llanta se les poncha, de una camioneta emergen dos encapuchados y le secuestran. ¿Pobre Justin Powell? Los encapuchados (Johnathon Schaech & Stephen Dorff) le llevan a una cabaña donde hay una familia ¿malvada? y le amarra. Cuando todo se esclarece nos damos cuenta que es una especie de intervención agresiva, en la que la familia quiere que Justin deje una secta en la que está afiliado. No obstante, él les amenaza de que si no le sueltan, sus amigos vendrán a rescatarle... Obviamente, así sucederá; la consecuencia por tratar de sacarle del mundo de los chacales será fatal y brutal -aunque para haber tenido que ver con Saw, el director pudo haber aumentado el grado de brutalidad-
Completando el cast con Chelsea Rickett, Nick Roux y Deborah Kara Unger, la película parece un derivado de The Strangers, pero satánicos, con unos disfraces badass que sugieren que el vestidor de la banda Behemoth va a reclamar de un momento a otro; la película es tensa, dramática e intensa, pero no logra ni alcanzar una real empatía ni para la familia, ni para los chacales, somos espectadores viendo, sabiendo qué pasará y decepcionándonos con los cómos que terminan siendo demasiado tibios para la fuerza y maldad que la trama parece pregonar.
La película es dominguera y lo mejor de esta es lo atractivo del vestuario, pero ya dentro de la cinta no resalta nada que no se haya visto en el trailer. Es recomendable para dormitar, perder el tiempo o saciar la curiosidad.
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