Mega Shark Versus Crocosaurus (2010)

Luego de la "revolucionaria" cinta mockbuster Megashark vs Giant Octopus, la productora Asylum empieza una secuela ahora en manos del director Christopher Douglas Olen Ray, cambiando el elenco completo, pero dejando la historia de la primera parte como un misterio sobre si sobrevivió o no el tiburón Megalodón, por lo que todo el crew tendrá que hacer una pieza épica del mock superando su mediocridad, su falta de narrativa y el excesivo uso pretencioso de malos efectos especiales.
Mientras el gobierno de Estados Unidos busca y encuentra al Megalodón, en el Congo, en una compañía minera, los esclavizados trabajadores liberan a una creatura llamada ¡El Crocosaurus!, un super cocodrilo imparable e incazable ¿o no? un tenaz cazador de animales raros logra atraparlo y subirlo un barco disponiéndose a venderle; mientras que un ¿soldado? que experimenta con acústica aplicada a tiburones se une al proyecto de la caza del Megalodón. Las historias se entrelazan cuando el Crocosaurus cae al mar y se prepara el panorama para la nueva gran batalla de moustros B. ¡Mock wars! Con egos entremezclados y rivalidades de cómo detener esta nueva amenaza parece ser que atorarlos en el canal de Panamá será la solución, o mejor aún: volando un volcán en Hawai.
Haciendo parecer a la primera parte como un tesoro fílmico, la cinta cumple con lo que promete, aunque es poco el tiempo el que las creaturas pelean; sin embargo, vemos personajes chafas, efectos especiales malos, explosiones de after effects básico, mala dirección, pésimos diálogos, terrible en su mayoría, pero hénos aquí de morbosos siguiendo viendo mockbusters; nuevamente solo por morbo es recomendable, los apáticos absténganse, son pésimas producciones con temáticas tan bizarras que eso es lo que atrae ante todo.