De una de las mentes maestra del cine familiar de los 80´s, John Hughes, una película que ha vuelto a las mentes de muchos gracias a Deadpool es "El Día de Pinta de Ferris Bueller", que realmente se traduciría -según las hermosas distribuidoras- como Experto en Diversión; la cinta que hizo de Matthew Broderick el fenómeno ochentero que llegó a ser.
Sobre la aventura del chamaco al que nada le sale mal, Ferris Bueller (Broderick), quien finge estar enfermo para irse a la escuela con su amigo Cameron (Alan Ruck) y su novia Sloane (Mia Sara), quienes roban un Ferrari del papá de Cameron para irse a divertir a Chicago de una manera tan diversa como solo en los ochenta ocurriría -desde ir a un partido de baseball, a ir a un museo, a meterse a cantar en un desfile), todo con la intención de llegar a casa antes de que den las 6 sin darse cuenta.
Sí, la premisa es facilísima y medio equiz, pero la cinta, donde también actúa gente como Jeffrey Jones, Jennifer Grey o Charlie Sheen, es una lección de que a veces las cosas simples son las que más atraen, y todos los años 80´s Hughes nos lo hizo saber, pues alguien que hizo cintas que van de Breakfast Club a Home Alone -entre otras decenas más- mucho tiene que enseñar con esta idea...
La cinta es fácil, nostálgica, fastfood y todo, pero entretiene y cumple con lo más básico en cuanto a niveles cinematográficos cómicos como lo es una buena narrativa que vaya al grano, cumpla los cometidos de los personajes, sea divertida y ya...
La ahora película clásica está disponible en el catálogo de Netflix, así que si no andan demasiado serios estos días, échensela, es recomendable dentro de las comedias básicas del siglo pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario