Remakes, reboots, precuelas, secuelas... Cada vez que pasamos por esos temas podemos desbordar cuanta mierda podamos cagar desde nuestras bocas justicieras; sin embargo, en el legado del vampiro principal del cine, que no es Dracula por la disputa de derechos de autor de la viuda de Bram Stoker, sino Nosferatu, ese lagado iniciado en los años 20´s por Murnau, hay dos películas que no se pueden meter en ese escusado de deplorables derivaciones, una de ellas es la reciente Shadow of the Vampire de Merhige, y la otra es Nosferatu Phantom der Nacht de Werner Herzog, sí, ese Herzog que hasta la fecha seguimos idolatrando más y más generaciones de estudiantes de carreras afines al arte, quien se encarga del primer remake de la historia nosferatuana que origina la fama vampirezca en el cine.
Basada en sí, en la que está basada en la historia de Bram Stoker, el vampiro Nosferatu encuentra su propia historia gracias a esta pelea por los copyrights no soltados a su debido momento, pero se sustenta y se autopresenta como una de las cintas romántico terroríficas mejor hechas en la historia.
Es una película que no se pueden perder si son cinéfilos pese a los años que transcurren, o si dicen ser fans del cine de vampiros. No solo por los vampiros, sino por Herzog, por Muranu, por Merhige.... un poco de cultura y arte cinematográfico.
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