El trabajo de Univisión retransmitiendo películas baratas sobre todo de México de los ochentas y todas las novelas malhechonas que se surtía en el buffet Televisa, es el principal móvil para que cierto día el productor Adam McKay, el director Matt Piamonte y Will Ferrell se aprovecharan de la explosión posmoderna del uso de la serie B iniciada en la muy mencionada Grindhouse, pero más que nada por el trabajo de Robert Rodríguez tanto en Grindhouse como su trilogía del Mariachi, donde la exageración y la guitarra mexicana jamás sobraron.
Sobre la familia Álvarez, interpretada por Ferrel, Diego Luna & Pedro Armendariz Jr, el amor del personaje de Ferrell, Armando, que es un estúpido vaquero que habla mal el español , por la novia de su hermano (Luna), Sonia, interpretada por la bella Génesis Rodríguez, mientras que Raúl (Luna) entra al mundo del narcotráfico, específicamente con el capo conocido como Onza (Gael García), lo que desatará el quebrantamiento familiar, una guerra entre cárteles, problemas con gringos metiches, buena música y un ambiente muchísimo más absurdo y mal hecho que ninguna película en la que Ferrell antes haya participado.
Con la inclusión de los charolastras, un soundtrack que incluye desde Christina Aguilera a El Puma, y los mismos Ferrell & Génesis Rodríguez, y con el bien usado recurso de la exageración de la serie B, Casa de mi Padre no es una película para verse con seriedad, es para recordar cuanta estupidez se ha hecho en la serie B en el cine mexicano, y en la serie A de las telenovelas de Televisa, son 84 minutos idiotas para caer en obviedades y bobamente reír con quien podría decirse es de los mejores comediantes de los últimos tiempos.
Recomendable pero con esa prevención: ¡Cero Seriedad!
No hay comentarios:
Publicar un comentario