1984 fue uno de los años con más íconos culturales cinematográficos que la cultura pop de los últimos años, pues por un lado tuvimos el gran clásico con Back to the Future, y de igual manera tuvimos una de las máximas de ciencia ficción y comedia que se hayan filmado: Ghostbusters, dirigida por Ivan Reitman, musicalizada inolvidablemente por Elmer Berstein y Ray Parker Jr, y protagonizada por Bill Murray, Dan Aykroyd, Sigourney Weaver, Harold Ramis, Ernie Hudson, Rick Moranis & Annie Potts.
Sobre un grupo de científicos independientes que crea un sistema de detección y cacería de espectros, lo que está mal visto por la gente del gobierno de Nueva York, hasta que en su idiotez burocrática destruyen el contenedor donde los fantasmas son encarcelados, y comienza una especie de apocalipsis, mientras que un dios demoniaco ancestral está a pumto de regresar a la Tiera para iniciar el fin de todo.
Una leyenda entre leyendas, un ícono cultural de esos que llevan hasta el cine de nuestros días, situando a actores como Bill Murray, Harold Ramis y Dan Aykroyd en pedestales históricos que cambiará las vidas de niños y adultos alrededor del globo, inspirará a directores, actores, artistas y músicos (pues es de los soundtracks más inmortalizados en la historia del cine) de las generaciones por venir.
Larga vida Ghostbusters!
*Esta reseña está hecha el día de la muerte de Harold Ramis, larga vida Egon Spengler.
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