Dirigida por Tom Shadyac, director de Ace Ventura y Bruce Almighty, pero sin duda sobrellevada por el momento y la gracia en clímax de Jim Carrey, en un tiempo que incluye los Ace Venturas, La Máscara, Batman, Cable Guy y Truman Show, la cinta solo es parte de la construcción que en ese momento hacía Carrey para forjar lo que ahora es, y el legado que ha dejado, no por nada en los bloopers al final de la película se puede ver que literalmente Carrey dirige a todo el elenco, que sus bromas y gestos son el guión principal, y lo que Shadyac realmente hace es solo ordenar tomas y crew alrededor de la siguiente explosión de ingenio del comediante.
Contando la historia de Fletcher Reede (Carrey), un abusivo abogado mañoso, quien no tiene tiempo para la honestidad ni su familia, quien en el cumpleaños de su hijo sufre de la "maldición/deseo" que el pequeño (Justin Cooper) hace, que es que por un día su papá no pueda decir mentiras; lo que empezará a provocar que sus relaciones y pensamientos más inapropiados salgan a la luz, a la par de su ética de lo que es correcto e incorrecto, dándose cuenta que ese deseo fue un momento mágico que le ayudará a poner en balanza su vida, sus maneras y lo que es realmente importante para él; todo en medio de una de las más gestuales actuaciones del actor -y eso ya es demasiado decir-
Y pues sí, es su momento, es parte del paquete de "las esenciales", y no mucho más se puede decir al respecto; Carrey se luce, le da al público lo que quiere, alimenta esa hambre por el máximo comediante de los 90´s, y nos deja a todos satisfechos, con su propia comedia que no llega a la vulgaridad ni al chiste blanco, pero que llena con esa facilidad facial que nadie tiene como él, y vuelve de sus piezas clásicos bien hechos del género.
La cinta es una gran recomendación para fans de la buena comedia, del actor, y para cualquiera que crea que la comedia en general es mierda; ésta cinta es una bonita película familiar que no decae en lo babosos, y claro está tampoco en lo poético que algunos esperarían, pero qué demonios liar liar, pants on fire.
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