The Dark Tower (2017)

El proyecto supuestamente más ambicioso de Stephen King fue uno que roló por las manos de varios directores como JJ Abrams y Ron Howard, pero nomás nadie se animaba a filmar. Finalmente quien lo tomó fue Nikolaj Arcel, el casi desconocido en el medio, se sintió apto para hacerlo, y estos fueron sus resultados:
Estelarizada por Idris Elba como Roland Deschain, la cinta nos narra la historia de Jake (Tom Taylor), un niño con pinta de Stephen King joven, quien tiene pesadillas recurrentes sobre un pistolero (Elba) y un hombre de negro que hace el mal (Matthew McConaughey), y todo lo dibuja diciendo que todo es real, pero nadie le cree, ni siquiera su sexy madre Lagertha, digo Laurie (Katheryn Winnick). Como era de esperarse, cierto día llegan dos personas que según son de un centro psiquiátrico van por Jake a su casa, según para arreglar sus problemas de mal comportamiento, pero más bien lo quieren pues hay el rumor que son los niños los que tienen el poder para destruir la Torre Oscura , un pilar en medio de los universos que provee de estabilidad a los mismos, una construcción que de ser destruida todo se volvería negritud y el caos prevalecería por doquier; Jake escapa de esos hombres y va a una de las ubicaciones que sus sueños señalaron, una casa donde había un portal por el que él pasa para llegar al universo de Roland. Ahí se conocerán, verán el valor de él uno al otro, fijarán a McConaughey como el enemigo en común y darán inicio a su aventura transdimensional que a fin de cuentas será resuelta muy sacado de la manga desechando cualquier virtud de la película...
Entonces, el proyecto empieza bien, Jake se parece demasiado a los looks de King de joven, los easter eggs a su universo sin duda son aciertos, el papel de Elba destacado, pero una vez la maquinaria narrativa se pone a andar se va trabando más y más hasta llegar a un final demasiado forzado que hace quedar mal todo lo pro de la cinta, y confirma el hecho de la ola de malas críticas de las que la internet se ha llenado...
Se dice que aún no se desechan los planes de la secuela, puede que los mercados orientales le ayuden, sin embargo el resultado termina siendo tibieza en la creación, deja bastante qué desear y da respuesta al porqué tantos directores le temieron y prefirieron ceder a la saga antes de quemarse en malhechuras a las carreras.
La cinta es dominguera, no es lo peor que se haya hecho, pero se recomienda más para pasar el rato encamado que para vivir la experiencia cinematográfica que debería suceder cada que vamos a las salas grandes.