Ripley es despertada 57 años después por la gente de Weyland Yutani, quienes la culpan de la pérdida de la nave Nostromo, pero para redimir sus acciones de destruirla y conseguir su trabajo de vuelta le dicen que tienen que volver al planeta LV426 para asesorar una misión y corroborar la existencia de los aliens, lo que al final acepta, y se va con el agente Carter Burke (Reiser), un grupo de soldados (a los que Cameron entrenó ponipendoles a leer Starship Troopers) y un androide (Henriksen), llegando a un lugar diferente del planeta distinto al de la primera parte, encontrando allá solo a una niña como única sobreviviente, además de una colonia completa de aliens, liderados por una asombrosamente bien creada reina alien.
Como digo, una absoluta joya de la ciencia ficción, donde Cameron se luce (para variar) usando lo mejor del terror espacial de Scott, y mezclándole su meticulosidad para tener los tan acertados resultados que tiene. Mejora los aspectos técnicos, mejora la trama, la mitología, se sumerge más en cada uno de los personajes, destacando a Ripley, quien termina siendo una ass kicker bad ass total, además de robofóbica, y bien podría ser tan icónica como lo hecho en las filmografías de gente como Stallone, Schwarzenegger, Willis, etc...
Una tremenda viajera recomendación, el terror y la ciencia ficción exponencialmente mejorados.

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