Sí, todos sabemos que desde antes de la aplaudisísima Benjamin Button, David Fincher ya era un ícono del cine, pero el mood adquirido desde Social Network, quizás por él, quizás por Atticus Ross y Trent Reznor, puede comenzar la terminología del ya latente fincherismo o finchereano, pues tanto Social Network, como la Girl with the Dragon Tatoo como Gone Girl ya tienen ese término tatuado a cada minuto de su complección, desde el soundtrack, hasta la ironía y el sarcasmo que las tres manejan, como el conflicto narrativo, el desfase, el estilo en general, ya pueden ser totalmente finchereanos, pasando del director seleccionado para exitosos blockbusters a cine de autor, comparable con lo de Aronofsky o Nolan, por lo que sin duda, el material entregado en esta tercer cinta finchereana es de extrema calidad, de complejidad privilegiada y del aroma del humor malignamente congelado que ahora parece haber declarado su firma.Sobre la desaparición de Amy aka Amazing Amy (véala para entender eso), interpretada magistralmente por la finalmente sobresaliente Rosamund Pike, quien vivía -felizmente- con su esposo Nick Dunne (Ben Affleck) en el pacífico Missouri; ambos eran escritores, pero tras su traslado de Nueva York a Missouri, deciden abrir un bar con el fideicomiso de ella, ayudados por la hermana de él, Margo (Carrie Coon); sin embargo tras el incidente, las cámaras de los medios de comunicación de todo Estados Unidos voltean y linchan (mediaticamente hablando) a Nick, tachándolo de ser el asesino de Amy, todo guiado por la investigación inconclusa de la profesional detective Rhonda Boney (Kim Dickens), quien trata de llevar el caso de la manera más correctamente posible, cuando en realidad el caso esconde un secreto más perverso de lo que la simple desaparición parece ser.
Completando el cast con Neil Patrick Harris y Tyler Perry, la cinta basada en la novela de Gillian Flynn es un vaivén de emociones e intriga que bien puede posicionarse al lado de la pareja de cintas mencionadas anteriormente; la soltura es mayor por la ironía constante de la historia, pero la tensión nunca disminuye.
Se destaca también dignamente las actuaciones de Affleck y Pike quienes lo dan todo y sin duda pueden poner a "Perdida" (traducción al español) entre sus películas referentes para poder hilar sus carreras.
Así que aún con las ténues referencias que dan periódicos como el New Yorker o el Los Angeles Times, citándola como una cinta malhechona (dato redondeado no específico), la película es una joya del 2014 y sobre todo del fincherismo, finalmente situable no solo en el hitmaking sino que esa generación de hits puede aplicarse también al cine bien hecho, al cine artístico, pese a la difusión que el director merece y por lo que será recordado.
Una película estupenda, entretenida, absorbente, deleitante, de lo mejor del año, y una esperanza para la suseción de apariciones de Fincher y su crew en los óscares de los años por venir. 100% recomendable
De acuerdo. Pero te faltó explicar lo de la ironía que marca sus películas, no me quedó claro.
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