Primera reseña del 2015 sobre una película realmente estrenada en 2015; Finally!
Dirigida por los controversiales hermanos Wachowski, quienes vienen de una dramática línea de cintas que pueden encantar o aborrecer las hordas eternamente insaciables (Speed Racer & Cloud Atlas), el destino de los Wachowski se encuentra más fraguado y nublado por la curiosidad chismosa del morbo hacia Lana que hacia lo que ellos han estado haciendo en realidad; así que una nueva oportunidad se ha abierto y con una nueva historia de quienes se vieron alguna vez como los tarantinos de la nueva ciencia ficción (debido a su conocida ñoñez cinéfila como motor creador) para poder calificarles en su trayectoria y poder volver a dictaminar su genialidad o su estancamiento eterno en el que tanta gente dice que están.
Aunque en wikipedia diga que trata sobre un "futuro lejano", la trama nos narra la vida de Jupiter (Mila Kunis), quien vive en la Tierra que todos conocemos, con su familia de rusos ilegales dedicados al mantenimiento de hogares ajenos a domicilio (muy al estilo de lo que los latinos suelen hacer en su status de indocumentados en la racista norteamérica) en una fecha no muy lejana ni para atrás ni para adelante de como hoy en día la conocemos, mientras que un extraordinariamente extenso universo burocrático externo se disputa los más recónditos rincones del universo... Planteamiento inicial: check. Sigo: En ese universo lejano hay tres hermanos riquísimos que controlan el infinito: Balem Abraxas (Eddie Redmayne), Titus (Douglas Booth) y Kalique (Tuppence Middleton), quienes se disputan a quién le pertenece la Tierra, que finalmente viene siendo solo una granja de la que aprovechan sus recursos soylentgreenezcos, que empiezan a ver que algo (que van explicando lenta y enredadamente en el transurso de la película) les estorba en su reparto de tierras, aún cuando a ese algo le importe un comino su sistema burocrático extraterrestre, y ese algo es Jupiter (Kunis, no el planeta), por lo que la mandan matar, y es ahí donde entra Caine (Channing Tatum), quien es enviado a salvarla de algunos Abraxas, unos aliens llamados vigilantes y uno que otro cazarecompensas del espacio (entre los que está Doona Bae, una que se vuelve favorita de los Wachowski desde su cinta anterior); así que ahora que Jupiter se entera que el universo es más grande que lo que los terrestres creemos, debe de aceptar o denegar el increíble cosmos que se le ha mostrado, y cerrar la historia sin que todo parezca un inmenso contenido de información espacial que no sirve de nada...
Veredictemos:
La historia comienza, sí, bella, del estilo poético de Cloud Atlás... Oh, dió un giro espacial, muy bien, empieza... qué bien se ve Doona Bae, y luego una secuencia de acción larga pero padrísima, excelente efectos especiales.... ¡vaya, así comienza la trama! Oí que van a sacar funkos de la película, debería conseguirlos... ¿qué? ¿en serio? ¿es tan estúpida? ¿ahora eso? ¿qué? ¡¿really?! ¿qué, no puede hacer nada ella sola? ¿todavía sigue vivo Sean Bean? ¿cuando va a acabar? (...)
Como leen, la película comienza prometedora, pero poco a poco empieza a dejarnos aburridísimas secuencias innecesarias, como la del registro burocrático (¿ya se dieron cuenta de la relevancia de esa escena para la reseña?, he mencionado mucho la palabra "burocrático"), el personaje de Jupiter pareciera princesa de Disney muy a la wasowski, la actuación de Redmayne es exagerada y chafa al más no poder, como una versión malísima del personaje del Francés de Matrix, pero mal hecha; la imperdible escena donde parece que estos escenciales de su generación parecen parodiar los Juegos del Hambre (no spoilereo, ustedes verán a qué me refiero cuando la vean), y finalmente, en algo que pudo haberse complejizado perfectamente al grado de magnas joyas de la ciencia ficción como Star Wars (pues empieza con una grandeza que intimidaría al universo de Guardianes de la Galaxia), poco a poco se resume a aceleradas soluciones infundamentales que apresuran la trama en vez de acomplejarla y pulirla para conmemorar un trabajo que pudo haber sido el talismán redentor del legado de los Wasowski...
Optimizando el texto para cerrar, el desarrollo de lo visual y los efectos especiales son muy pulcros, con excepción de los personajes reptilianos que no llegan a convencer pese al gran desarrrollo CGI, y pues Tatum no la hace tan mal de adonis perruno espacial, pero sin consagrarse como un elemental del género como antes lo hicieran Neo y sus cuates en Matrix, y pues hasta ahí la dejamos. La película comienza entretenida y se va dominguereando poco a poco, perfilándose a ser de esas que les gusta a la chaviza que no piensa conservar ni el recuerdo del momento cinematográfico, sino que solo espera un despliegue de efectos especiales para olvidar la realidad por dos horas aunque sea...
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