domingo, 14 de agosto de 2016

An American Tail (1986)

Justo en la década donde Disney empieza a caer, gente como Steven Spielberg o Ralph Bakshi empiezan a producir material 2D de una calidad que dejaba a la líder del medio en ridículo, teniendo su momento de resurrección hasta 1989 con La Sirenita, pero mientras que Bakshi hacía joyas como El Señor de los Anillos (1978) y Fire & Ice (1983), y Spielberg producía el clásico de culto "Cuento Americano", Disney hacía Basil el Ratón Detective, que pese a conservar lo efectivo de la calidad usual de la empresa, la historia carece del impacto al que nos tenía acostumbrados con sus hermosas megaproducciones clásicos instantáneos; así que en este tiempo Spielberg se consolida en lo que derivará a proyectos como Tiny Toons, Animaniacs o Fenomenoide, en una más de sus millones de facetas que le hacen el ícono cultural que fue en el siglo XX y sigue resonando en el XXI.
Poniendo a cargo a Don Bluth (Todos los Perros van al Cielo, Anastasia), la primer película animada de Universal es un total homenaje a la immigraniata (Gogol Bordello), narrando la historia de la familia Ratonowitz (Mousekewitz), quienes por los conflictos rusos de finales del siglo XIX tienen que salir de su país, viajar a Alemania, y de ahí tomar un barco a Estados Unidos, donde ellos piensan que no hay gatos; sin embargo, como el protagonista, el hijo de la familia, Fievel, es medio desobediente, en medio de una tormenta, cae del barco, casi al llegar a Nueva York, y aún sobreviviendo, los Ratonowitz se separan, comenzando la crisis principal de la película. Fievel conocerá a un palomo francés, a un malvado gato disfrazado de ratón quien después resultará ser el villano principal, a ratones irlandeses, ratones ingleses, a un gato vegano amanerado llamado Tigre, quien se vuelve su mejor amigo; todo mientras las sociedades ricas y pobres de ratones organizan un gran plan, ideado por el mismo Fievel, inspirado en las historias de su padre, para derrotar a los gatos de una vez por todas.
Como introducía, un gran clásico de culto suplente de la disneyficación pausada, que a muchos endulzó la infancia, y talvez ayudó a fijar opiniones sobre el fenómeno de la migración mundial, aún en edad de siquiera comprender lo importante del asunto.  Una bellísima película totalmente recomendable que gracias al internet, los nuevos padres, antes fanáticos, deberían poner a los nuevos pequeños, pues lo clásico está vigente en los tiempos en los que surgía, y más allá del final de nuestras propias historias.








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