La cinta comienza con lo visto en el tráiler: a las 3AM una mujer (Sienna Guillory) recibe una llamada sobre de que hay un asesino en su casa, que no haga nada o su hija morirá; la mujer desespera, se corta la llamada y se ve a unos gringos universitarios burlándose de ella tras haberle jugado una broma telefónica para luego subirla a sus redes sociales.
Tiempo después se empieza a conocer mejor sobre todo a dos de los pranksters: Sam y Brady (Gregg Silkin & Garrett Clayton), el primero un romántico con las cejas depiladas, sentimientos de niña y una novia super hot (Bella Dayne) que trabaja en una pizzería con unos mini shorts ultra sexies que más que shorts parece bikini; el segundo un arrogante fracasado que al saber que saldrá pésimo en sus calificaciones pretende unirse a los marines. Como sucede en el anuncio, uno de los bromeados les responde con amenazas, y no lo toman en serio sino hasta que les muestra a los papás de Brady amarrados sometidos a una muerte certera si no hacen lo que "Mr Lee" (Parker Sawyers) les ordena, ordenes que hacen ver a asesinos como Ghostface como genios sádicos y maquiavélicos a comparación de lo mal llevado de enfermizo de este nuevo asesino. Conforme avanza la película se va volviendo más innecesaria, cansada y mala, dejando esas virtudes técnicas en el olvido, encasillando la cinta en ese género de terror -B que es más que nada hecho para que los adolescentes lleven a sus noviecitas y puedan ligar estereotípicamente.
Entonces la cinta es más que nada recomendada a esos chavos que no les interese ni el cine ni el terror, sino perder el tiempo... si usted es contrario a esto mejor no la vea, pues dentro de su temática hasta cintas como Unfriended son titánicamente mejores que esta.
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