lunes, 26 de diciembre de 2016

Captain Fantastic (2016)

Dirigida por Matt Ross, la llamada Capitán Fantástico, es la elección de una Cierta Mirada (Certain Regard) de Cannes de 2016, y por lo tanto la difusión que se le hizo por México fue casi inexistente... talvez uno que otro postearon el poster en facebook y nada más; si uno llegaba a saber de la película era más que nada por la tan necesaria manera par-a-par que termina siendo el verdadero conducto de información real. La recomendación hacia nosotros rindió efecto, y llegamos a la película -sí, piratamente, pero recuerden que las distribuidoras ahogándonos con Suicide Squad y porquerías así promueven la piratería-, para darnos cuenta de cuánto nos priva el comercio cinematográfico cegado en avaricia y traidor a los verdaderos fundamentos del séptimo arte.
Estelarizada por Viggo Mortensen, cuya actuación le ha valido nominación para los globos del próximo año, la historia nos narra cierto periodo de tiempo en lo que podíamos denominar "una comuna hippie", una sociedad creada por papá (Mortensen) y su esposa, que deciden educar a sus hijos alejados de los modos capitalistas, un mundo aburguesado que seguún ellos deteriorará a sus pequeños como individuos realizados que debiera ser. La película inicia sin la mamá -según esta grave y por lo tanto está internada en un hospital que paga su papá-, y al poco tiempo avisan que ha muerto, suicidada; dando inicio a la "operación salven a mamá", que tiene como cometido llegar al funeral de ella, auspiciado por los suegros, para cumplir sus deseos escritos en su testamento y última voluntad: ser incinerada y tirada sus cenizas en un escusado. La familia tiene un bus escolar, y empieza la roadmovie que el cartel sugiere sería, un viaje que no le pide nada a clásicos del estilo como Little Miss Sunshine o Into the Wild, logra su propio estilo, siempre con la base política que la película maneja; y es en el clímax, cuando su tésis se pone en juego, y esa realidad creada para crear personas mejores se debatirá entre lo que debe y debería ser, gran dilema existencial de tan radical hippie...
Completando el cast con George McKay, Samantha Isler, Annalise Basso, Nicholas Hamilton, Shree Crooks, Kathryn Hahn, Trin Miller, Erin Moriarty y Frank Langella, la película se torna un clásico más de las roadmovies; toma un aire muy personal que le diferencía de sus competidoras; y da mucha tristeza que buenas películas como ésta no tengan la difusión que debería tener.
La película bien podría ser de las elementales tanto del 2016 como de Mortensen, pero sí es difícil encontrarla, como tantas películas que seguro pasamos de largo, pues le quitarían una de las miles de salas destinadas para las porquerías hollywoodenses que este año se producieron.
Y con todo y nuestra queja, la película no es perfecta, pues cuenta con un defecto evidente sobre todo para los cinéfilos, y es que su estética tiende un poco a la de Wes Anderson, pero bueno, puede pasar desapercibida.
Como sea, esta obviamente es una recomendación del ojo, y con gran esperanza navideña esperamos tengan acceso a la misma, pues a nosotros bastante nos costó encontrarla.












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