Sobre la situación que Sherman y su padre adoptivo perro Mr Peabody llevan, y de cómo una sociedad prejuciosa por este nuevo tipo de familias, llevan a que Sherman se pelee con una niña del colegio, y para tratar de enmendar la pelea, Peabody la invita a ella y a sus padres a que vayan a su casa y los vean como una familia regular, sin embargo, estando allá, Sherman la lleva de viaje por el tiempo, teniendo Peabody que salir al rescate era tras era hasta llegar a esa paradoja mencionada y poner en riesgo la estabilidad del universo de todas las líneas espaciotemporales que hay.
Con un bien llevado doblaje al español por Adrián Uribe (pues tenerlo a él era de temerse, pero en ningún momento fastidia al personaje), y con una verdadera historia que muestra ya a las familias diferentes como trama principal (pues claramente Peabody es una representación de un brillante gay que adopta a un pequeño en un mundo prejuicioso), la película se siente, actual, divertida, constructiva (y no me refiero a su construcción fílmica, sino que es educativa y muy recomendable para los pekes, debido a las referencias históricas), e ideal para que los niños tanto tengan conciencia del mundo en el que viven, y a la vez del que les precedió; la película, aún con su normal vaivén de bobadas infantiles, es una muy buena película para toda la familia, y sin duda una mejor pieza que Lego; ahora solo queda esperar para ver si Sherman y Peabody volverán a viajar o sus aventuras quedarán en este muy aceptable trabajo.
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