Conociendo a Tarantino como conocedor del cine y como prospecto a ser gigante de éste, él sabe los trayectos de los que antes hicieron lo que a él le hubiera gustado hacer, ejemplificando esto con directores como Stanley Kubrick y Francis Ford Coppola que no solo se estancaron en un género sino en una diversidad de posibilidades por donde desarrollarse de acuerdo a las respectivas inquietudes de cada autor, así que luego de comenzar su carrera con el tema de las mafias, la violencia y la acción, Tarantino decide trasladarse a la blaxploitation para la realización de su tercer film Jackie Brown.
Basada en la novela de Rum Punch de Elmore Leonard, la historia narra cómo la necesitada de dinero aeromoza Jackie Brown, interpretada por el ícono de las películas B del género blaxploitation Pam Grier, busca la ayuda de un narcotraficante llamado Ordell, interpretado por el primer actor fetiche del director Samuel L Jackson; sin embargo Jackie es cachada por el gobierno, y ahora tiene que ayudarles a ellos para atrapar a Ordell.
Contando también en su reparto con actores de la talla de Robert De Niro, Michael Keaton, Bridget Fonda, entre otros, la película no es la más aceptada de la filmografía tarantina debido a la transcripción de diálogos, y la manera más hacia la novela que hacia el estilo de los guiones del director, que era lo que más atraía de sus trabajos anteriores; sin embargo, con su introducción hacia la posmodernidad de la recreación de cintas B inicia un camino que hallará su cúspide con la saga de Grindhouse y revolucionará la manera de hacer cine en el siglo XXI.
Sin ser la mejor de Tarantino, la película tiene la calidad suficiente como para llevarse entre las patas a cuanta producción de segunda se le cruce en su camino. Así que si no la ha visto y es fan de Tarantino véala a sabiendas de lo que sigue y la precede; y si no es seguidor del director, seguro será mejor que la mayoría de películas que a usted le gustan.
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