Narrando más una aventura en turno que un orígen como tal, pero enfocado a las primeras apariciones del hombre murciélago, Burton nos narra, musicalizado por el innolvidable e icónico score de Danny Elfman, cómo Batman empieza a aparecer para detener a las plagas de mafia de ciudad Gótica, de donde repentinamente surge el supervillano antes conocido como Jack Naipe, The Joker, a quien tiene que detener de una u otra manera antes de que haga pedazos su ciudad.
Como dije, con una estética, narrativa, musicalización, e interpretaciones exquisítas, la película sitúa los ojos de los cinéfilos en el cine de superhéroes, trayendo veracidad y seriedad al género, y ayudar a que el mismo desemboque en la era de superhéroes en la que vivimos hoy en día; así que demos gracias a Burton, pues sin él no habría Avengers, Watchmen, Kick Ass, etc...

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