sábado, 28 de junio de 2014

Oculus (2013)

Continuando su ampliación en el mundo del cine, la WWE, ahora pone en manos del director Mike Flanagan, su siguiente producción excenta de la participación de los luchadores de dicha compañía, teniendo a un elenco B, armado por Katee Sackhoff, Karen Gillan, Brenton Thwaites y Rory Cochrane para crear una cinta de horror que no radica en los confines de la excelencia, pero sí de lo interesante, abre puerta a una potencial franquicia, y se vuleve la mejor película de horror de la compañía productora, bien podiendo competir ya con la taquillera El Conjuro y llevarse de calle a porquería como Mirrors, Siniestro, entre otras...
Mezclando dos líneas del tiempo, primero una hace 10 años, donde Allan Rusell (Cochrane) compra un espejo malvado y lo pone en su estudio, comenzando una serie de horrores que van destruyendo la integridad de su familia, y secundado por el proyecto de su hija, Kaylie (Gillan), quien con su hermano, Tim (Thwaites), tratarán de evidenciar y destruir al espejo, aún cuando este no se deje y abra portales donde hace 10 años y ahora sean lo mismo, donde la confusión sobre demonios, almas en pena, condenadas o castigados mártires del efecto del item diabólico convivan todos a la vez en planos similares...
Confusa, sí, pero muy interesantemente bien llevada, pudiendo, seguramente, con un buen llevamiento, llegar a un nivel de nuevas sagas como ya lo han logrado cintas como Insidious.
La cinta entonces es recomendable, pero como esa serie B que el horror sigue desarrollando no como posmodernismo burlezco, sino como persistencia de producciones de menores ingreso, retando al gran mercado hollywoodense, demostrando que el talento sigue fluyendo, y esta "resistencia" nunca cesará.







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