Con Mary Lambert de regreso, pero con una historia casi totalmente ajena a la primera parte, ésta vez un padre y su hijo llegan a vivir a su casa de verano, y poco a poco se van revelando los personajes, machos, los tontos, los bullies, y todo clitché noventero, hasta que un policía mata al perro de su hijastro, y el personaje principal, Jeff, interpretado por Edward Furlong (sí, el de Terminator 2), y el hijastro, Drew, interpretado por Jason McGuire lo entierran y empieza la pesadilla que todos conocemos... semi zombies por doquier, animales malditos y mucha onda contextual a los 90´s.
La película no es mejor que la primera, pero la exageración a la ya reiterada tendencia noventera, hace que valga la pena verse, pues es un ejemplo muy claro del mood de la década con respecto al cine de horror... solo por eso, pues como en el Cujo, el animal maldito de esta cinta es tierno y casi juegetón, y el resto de los zombies son medio chafas, casi al estilo del villano de Men in Black 1.
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