sábado, 25 de febrero de 2017

John Wick: Chapter 2 (2017)

Finalmente tenemos una película estrenada en el año de reseña, y es la secuela de John Wick, ese proyecto indie que gracias a su intensidad y peculiar historia llevó a Keanu Reeves de vuelta a ser el máximo ícono de acción, como lo fuera en los tiempos de Speed,  Breaking Point (versión original) o The Matrix, que para deleite nuestro tiene una inferencia especial en esta secuela, dando el primer reencuentro entre Reeves y Lawrence Fishburne desde aquellos días del clásico de la ciencia ficción.
Dirigida nuevamente por el stuntman Chad Stahelski, la película inicia vertiginosamente continuando los sucesos de la primera parte; sí, aún continúa la venganza de su perrito en contra de los rusos. Peter Stormare es el tío del asesino, y ahora esta sed vengativa se movió hacia su gente. La secuencia acaba con la paz entre su grupo y el vengador, Wick recupera su carro, se lo da a reparar a John Leguizamo, y parece que ahora sí tendrá la tranquilidad que tanto ha buscado, al lado de su nuevo perro robado casi al final de la primera parte. ¿O no? El italiano Santino D´Antonio (Riccardo Scamarcio) viene a cobrar una ficha/favor que Wick le debe, pero el asesino se niega, así que D´Antonio explota su casa como advertencia de que cumpla con el honor de los asesinos. Wick va a pedir consejo del gerente del hotel continental, Ian McShane, y quedan que el honor de los asesinos y sus tratos está más allá de cualquier desición de sus vidas; la petición del italiano será que Wick vaya a Italia a matar a su hermana, jefa de la mafia italiana de la Gamorra, para que D´Antonio pueda volverse el máximo jefe del grupo. Wick irá a cumplir su parte del trato, pero su emisario le traicionará, pues una vez que mata a su hermana, éste dice que cómo no vengaría la muerte de su propia hermana, así que una recompensa por Wick es puesta ante todos los otros asesinos, y ahora todos le buscarán, comenzando una cacería de la que el protagonista no podrá escapar, o simplemente decidirá que no quiere evitar.
Completando el cast con el rapero Common, Lance Reddick, France Nero y Ruby Rose, quien parece que ya iniciará un legado en el cine de acción, teniendo en su haber reciente ésta película y XXX: Return of Xander Cage, la película cumple su primer promesa, ampliar el bien elaborado universo de los asesinos que sus creadores nos presentaron a partir de la película pasada; en esta entrega tenemos una conciencia de más o menos cómo funcionan las cosas en el mundo de Wick, ahora es tiempo de mover las fichas y comenzar un conflicto que hará que la desición del personaje de dejar el mundo sicario worldwide sea el peor momento con el que todos los asesinos hayan tenido que lidiar, Baba Yaga está suelto y herido, ahora nadie está a salvo.
Malo/Bueno para nosotros, no pasa lo que todos esperábamos sucediera de nuevo, y es el deceso de su nuevo perrito; ahora Wick lo deja al encargo de Reddick, así que no hay que preocuparse por la caída de un nuevo compañero LOL.
En total, la película empieza fabulosa, luego extrañamente se ralenta hasta la secuencia del rave en las catacumbas, y ya de ahí todo empieza a adecuarse al perfil que todos esperaríamos de una película de nuestro nuevo ¿héroe? de acción favorito -pues hasta finalmente vemos cómo mata con lápices-, hasta el inesperado clímax de la historia, que deja todo listo para una tercera entrega que bien podría ser el definitivo enlace a esta alocada emocionante nueva saga.
La película en definitiva es recomendable, más para los fans de la primera entrega, pero abierta a nuevos públicos ansiosos por una buena dosis de adrenalina y chorros de sangre que sin duda alguna abundarán a cada minuto de esta nueva entrega.








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