Antes de Jaws, cuando nadie pelaba al jovencillo Steven Spielberg, tuvo su primer oportunidad para dirigir con un proyecto para televisión basado en un cuento corto de Richard Matheson, Duel, la cual, con la tendencia que había de autopersecusiones parecía excelente para producir en una película de 70 minutos... como el presupuesto no es alto se la dejan a ese nadie mencionado, y queda tan bien que deciden ampliar el metraje a 90, para poderse poner en algunas salas de cine como una presentación especial... la ópera prima queda de tal calidad que hasta la fecha se considera una de las mejores películas para tv de la historia.
Estelarizada por Dennis Weaver, la cinta narra el viaje de David Mann (Weaver), quien va en la carretera en su guapo Plymouth Valiant rojo, reluciente y eficiente; ve un camión oxidado y feo, y a parte lento, así que lo rebasa... el conductor del camión se enfada e inmediatamente lo empieza a perseguir... como Mann no va de peleonero, sino de lucido, lo deja pasar... pero en cuanto lo deja el camión vuelve a bajar la velocidad para que Mann no pase; pasan un atajo de tierra, y ahí el Valiant rebasa al camión, haciéndolo enojar y comenzando ahora sí a pegársele violentamente a velocidades muy altas... el Valiant se derrapa y el camión sigue. Mann baja de su auto a una cafetería y piensa que no fue nada, quizás el hombre solo llevaba mucha prisa. Pero no. El camión estaba ahora estacionado afuera de donde estaba. La paranoia le invade, ataca algunos clientes del lugar, lo echan, y la persecusión continúa, cada vez más agresivamente; el Valiant se calienta, suben y bajan cerros, fuego, choques ¡Bam Pum Cuaz! No spoilers attached
Y entonces el novato alza la mirada, brilla el sol de carretera en su rostro y vemos el nacimiento de ese gigante cinematográfico de nombre Spielberg, deleitarnos con una narrativa de suspenso y acción, cuyas tomas, secuencias y narrativas no necesitan de la experiencia de nadie, sino simplemente del genio de la cinematografía por hacer escuela. Una pieza innolvidable.
La película obviamente es una absoluta recomendación que más gente debería conocer, y que por ahora ya forma parte de una que otra caja de colección del director, llegando así a más y más cinéfilos que deberían tener más acercamientos con lo no tan conocido de titanes como Spielberg.
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