Sobre el padre Berriatúa, que descubre que el mundo termina el 25 de diciembre de 1995 en Madrid, de cómo pide ayuda a un metalero (Segura) para encontrar a Satán y evitar el apocalipsis, y aliarse finalmente en su satánica aventura con un charlatán que supone leer el futuro (Razza), lo que los lleva a encontrarse cara a cara con el diablo mismo.
Por su hunor negro y ácido, por su burla a muchas películas de horror de Hollywood, por burlar el clitché popular del horror y el concepto satánico, por ser ese primer brillo de uno de los mejores directores de su generación, y pese a los efectos medio chafones que más que afectar burlan aún más, Alex de la Iglesia se consagra su perversa realización que sigue cautivando y matando de risa a lo largo del globo. Indispenable del cine español, del europeo, del horror, de la comedia, etc.. etc...

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