Otra de las perlas del legado Scorsese es el remake de la cinta de 1962 de J Lee Thompson a su vez basada en el libro de John D McDonald The Executioners, la cual era estelarizada por Gregory Peck & Robert Mitchum; lo que sonaría a que pese a su línea genial de Scorcese un remake sería algo bajo y vulgar, sin embargo, lo hecho por el italoamericano deja a la versión de JLT como algo irrelevante y boceteado, pues desde las actuaciones de Robert DeNiro y Juliette Lewis, quienes hasta fueron nominados al óscar por sus interpretaciones, hasta las personificaciones de Nick Nolte, Jessica Lange, Fred Thompson, Illeana Douglas y los retomados Peck & Mitchum, como homenaje a la primera entrega, pero ahora en roles secundarios, a la magistral composición cinematográfica del director que va desde sus experimentos esporádicos visuales a la similitud del score final a cargo de Elmer Bernstein, taaaan similar a lo hecho por Bernard Hermann en el 62, Cabo de Miedo se vuelve un clásico instantaneo, un referente obligado de cada uno de sus partícipes y una prueba del poder del cine para causar reacciones (como asombro, miedo, paranoia, suspenso infinito) y a la vez conservar el valor artístico original como solo el buen producto cinematográfico puede alcanzar.
14 años después la condena ha terminado, Max Cady (DeNiro) puede salir en libertad, sin embargo la tortura, la sodomización, la humillación que vivió ahí dentro servirán como estímulo para vengarse de ese maldito abogado que no llevó bien su caso (Nolte) pues su convicción propia le negó hacer uso de toda la evidencia necesaria que podría liberar a Cady. Es éste mismo entonces quien desde la famosa escena del cine donde ven Mi Pobre Diablillo hasta la innolvidable secuencia del bote, tortura psicológica, emocional y físicamente a la familia de Bowden, quien, pese a lo que haga pareciera jamás librarse de ese "pequeño" error en su pasado.
Comenzando la cinta mostrado como un antihéroe cuyo destino le condenó en manos de un acaudalado idiota capitalista, Scorcese poco a poco nos va mostrando la bestialidad de este tremendo personaje, manipulador y sádico, cuya sed de venganza le ciega incluso frente al dolor, todo sea por sacrificar a ese que decidió no ayudarle para conservar su libertad, esa que solo el espectador podrá decidir si merecía o si fue justamente privado de ella.
Categorizable entre lo mejor del cine, recordatorio de la genialidad de Scorsese y la gama tremenda histriónica de DeNiro (algo que ya no se ve en el cine que hace hoy en día), creando a ese acdc-charliesheen-sidekickbob-malévolo-preudoinmortal que Max Cady termina siendo; Cabo de Miedo es una gran influencia para la cultura popular de hoy en día (díganme si no, Cabo de Miedosos (Simpsons)), y una obra tremenda del misterio, que perfectamente hace homenaje a su influencia hitchcockeana de la que Scorcese y JLT han abiertamente dicho que usaron de inspiración para lograr sus respectivos trabajos, que en este caso cabe destacar mil veces más relevante la pieza en cuestión, volviéndola no solo una absoluta recomendación sino una de las máximas piezas cinematográficas de todos los tiempos.
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