Luego de Birdman, honestamente uno pensaría que la genialidad se tomaría un break, que lo que seguía iba a ser bueno, pero no excelente, pero no... no sucedió así... la excelencia siguió, y el gigante Alejandro González Iñárritu saltó a un proyecto que nadie quería tomar, y lo hizo una de las piezas más hermosas de la cinematografía de todos los tiempos, además de ayudar a DiCaprio a llevar a cabo la actuación de su vida.
Basado en el libro de Michael Punke, que narra la verdadera historia de Hugh Glass, Iñárritu acepta dirigir tras varios intentos de llevar a cabo la historia tras la compra de los derechos desde 2001, brincando de su pieza pop máxima a una casiespiritualidad fílmica que nos narra el renacer de Glass, interpretado por Leonardo DiCaprio, comenzando la historia a principios del siglo XIX cuando el protagonista formaba parte de una expedición para conseguir pieles que luego se comercializarían, sin embargo la expedición se ve frustrada cuando un grupo de apaches les ataca; pocos de la compañía sobreviven, y ahora tienen que llegar a su base para reunir fuerza y talvez volver a la caza nuevamente. En el camino de regreso, Glass se aleja del grupo y es atacado brutalmente por un oso, ahora el nuevo dilema es el hecho de cargar a este moribundo de vuelta, por lo que para evitar conflicto, el hombre a cargo (Domhnall Gleeson) ofrece dinero a quien se quede a cuidarle hasta su muerte, y el hombre que acepta es el más racista del grupo, Fitzgerald, interpretado igual de genialmente por Tom Hardy. Se queda Fitzgerald, un chavito llamado Jimmy (Will Poulter), y el hijo mestizo de Glass, Hawk (Forrest Goodluck), esperando la tardada muerte del estelar; Fitzgerald se desespera y quiere partir, por lo que le pregunta que si quiere que pare su sufrimiento parpadee, lo cual sucede, pero Hawk se niega a que mate a su padre, por lo que Fitzgerald le mata a él, todo mientras Jimmy no está cerca de ahí; Fitzgerald esconde el cuerpo de Hawk, y cuando el otro muchacho vuelve dice que Hawk no ha vuelto, y "ordena" que entierren vivo a Glass debido a la prisa inventada con el pretexto de que hay apaches cerca y corren peligro... los acompañantes dejan a Glass cubierto en tierra, y huyen... pasa el tiempo, y poco a poco Glass va recuperándose, llega al cuerpo de Hawk, le llora, y decide continuar, regresar, vengar a su hijo...
Una odisea visual de la que Lubezki queda a cargo nuevamente, y de la que haría quedar asombrado hasta al mismísimo Kubrick, una actuación desgarradora tanto la de DiCaprio como la de Hardy, y cada elemento vuelto oro gracias a la maestría del director, que le vuelve sino el mejor de su era, uno de los mejores de toda la historia.
Casi tres horas que podrían volverse un martirio por la temática que podría haber sido aburrida y lenta son un viaje redentor casichamánico de curación artística que tendrá la máxima espectacularidad de Hollywood, con lo más maravillosos y profundo del cine reflexivo; algo que sinceramente no esperaba ver, y me encanta admitir que he quedado atónito ante tan inspiradora historia.
La reseña se ha vestido de halagos, al absolutamente directorsísimo Iñárritu, al ojo ideal de Lubezki, a la merecidamente triunfante actuación de DiCaprio, al ecléctico intérprete Hardy -quien está en dos de las mejores cintas del año-, además de la mención especial a Gleeson , quien hace un suficientemente buen trabajo, y hay que reconocerle que estuvo más que vigente este año, al trabajar en ExMachina, Star Wars, y ahora The Revenant.
Que buena manera he tenido de acabar el año, viendo semejante tesoro, espero que cuando puedan, ya sea en internet, piratería o cine, ustedes tengan oportunidad de verla; les deseamos feliz año nuevo, sigan atento a un ojo que nuevas cosas vendrán en el futuro, de las que esperamos podamos compartir con ustedes. PS
No hay comentarios:
Publicar un comentario