La película canadiense del director Jeremy Power, que bien podría ser una extraña versión de Funny Games de Michael Haneke, está protagonizada por la que parecía perdida Selma Blair, Joshua Close, Rachel Miner & James D´Arcy, haciendo uno de los más aburridos, pero muy bien fotografiados, eventos de horror en un estilo de cintas, las llamadas Home Invasion Thriller (thrillers de invasión de hogares), que se repite incansablemente pensando que el público tiene la capacidad de ver la misma historia con distintos personajes y líneas narrativas un poco diversas una y otra vez hasta el final de los tiempos.
Sobre una familia de clase media alta que llega a una propiedad familiar para olvidar/superar a su recién muerta hija pequeña, y de cómo otra familia quiere ocupar su lugar, literalmente remplazándolos, la cinta en sí podría describirse como un intento de no defender su casa pese a lo descuidados que son los maleantes, y la facilidad de sometimiento que la familia buena pudo tener de salvarse casi desde el primer minuto de presión.
Una película, como digo, técnicamente bella, buena fotografía, buen montaje, pero una historia trillada que no importa si nunca ven...
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