Pussy Riot: A Punk Prayer (2013)

Dirigida por Mike Lerner & Maxim Pozdorovkin y distribuída por la BBC y HBO, la cinta sobre las chicas Pussy Riot es un viaje revelador del lejano Este primer mundista, evidenciado más allá de las posibles críticas rusas a Occidente, mostrando un país ortodoxo, detenido en el tiempo en ideología, sexista, machista, injusto y prepotente.
El 21 de febrero del 2012 el grupo de punk feminista Pussy Riot decide hacer un performance en la catedral ortodoxa de Cristo el Salvador, el cual es detenido por la seguridad del lugar y pasado a instancias mayores tratando este "crimende irrupción al orden público" más como un crímen federal que uno menor, por lo que el caso y la noticia se internacionaliza y se vuelve de opinión pública desde los más liberales a los más conservadores. Así empieza el documental, el arresto, el performance, la música y la banda.
La primer parte de la película empieza mostrando una perspectiva de bandita buscapleitos de chavitas que ni batería ni amplificadores necesitan para tocar, mostrando objetivamente que talvez solo sus posturas político feministas son lo relevante de su movimiento -ésto visto desde la perspectiva occidental- pero cuando el segundo acto se da, cuando los ortodoxos y la sociedad comienzan a ser parte de la evidenciación del contexto en el que las chicas viven, se ve el pueblo intolerante, idiotamente indignado y sediento de castigo, nostálgico de los tiempos inquisitorios de una manera incomprensible y pocas veces mostrado. El tercer momento del documental es la formación de Katya, lectora ávida de textos comunistas, Masha, graduada en periodismo, activista, ecologista, lista pensadora, y Nadia, performancer, artista conceptual, accionista, hija de un orgulloso padre pensador, transgresora de lo injusto. El documental cierra con las sentencias y los respectivos discursos, y entre la objetivas inicial, el contexto y la subjetividad justificadora del todo, al final las tres salen triunfantes en lo que su lucha inicialmente se proponía, se tornan a íconos femeninas en medio de la represión, leyendas rusas de nivel blochevique y ejemplo de la mujer equitativa a nivel mundial.
Con cameos de Madonna o Yoko Ono, el documental es bastante recomendable, al alcance de los hispanoparlantes gracias a i-sat, e indispensable para los que nos encontramos por los mismos caminos, no importa cuán lejanos estemos entre país y país, siempre en busca de lo que debería de ser a la sombra de la omnipotencia oligárquica de sea cual sea el estado que nos oprima.