Halloween (2018)

Dirigida por David Gordon Green, la anunciada como el regreso tan triunfal a la talla de la nueva versión de It, destruyendo TODO lo que se había hecho de la saga después de la primera parte solo para traer de vuelta a Jamie Lee Curtis, la nueva película de Halloween, titulada a parte también solamente Halloween pasa de ser esa promesa del cyperhype a una tremebunda mierda republicana recordándonos más el poder moralista-conductista del cine de horror más allá de contar cualquier historia relevante o al menos algo que valiera la pena ver más allá de los destrosos que la mera creación del guión ya significaba.
Estelarizada por la mencionada JLC, quien regresa como Laurie Strode, la cinta inicia con dos falsos estelares, Aaron & Dana (Jefferson Hall & Rhian Rees), quienes están investigando el caso de Michael Myers y todo lo que significa para un podcast documental. Primero van al manicomio donde Myers reside, y ahora está cuidado del alumno del Dr Loomis, Dr Sartain (Haluk Bilginer), quien está obsesionado con el qué siente Myers al matar, pero como el asesino no ha hecho ni dicho nada desde la película 1 -recuerden nuevamente que se les hizo muy gracioso no solo borrar la saga de Rob Zombie, que sale del canón, sino Halloween 2, el arco de Jamie Lloyd (Danielle Harris), y lo sucedido en Halloween H20- el Dr Sartain solo busca el pretexto para que su paciente actúe loco como siempre lo ha soñado...  Un accidente sucederá más adelante y así se liberará el legendario slasher. La búsqueda de Aaron y Dana se topa con una vieja, ruda y paranoica Laurie Strode, y de ahí en adelante, como en el resto de las cintas de la franquicia, las cosas se irán dando predeciblemente, teniendo, quizás, como máxima sorpresa el final tan estúpido y proarmas -a lo estúpido- que pareciera que la cinta entera hubiera sido escrita por Donald Trump.
Siendo un producto totalmente insípido, para lo único para lo que sirve esta entrega es para recordarnos que lo que dicen las máximas criticadoras de internet suele estar MUY lejos de lo que la gente ve y vive en las salas de cine... ni el regreso de JLC vale la pena...
Quizás lo único destacable es la fotografía de Michael Simmond, pero no es tan destacada como para dejar pasar del lado el resto del nefasto material.
La película solo es recomendable para niños rata que no habían visto ninguna de las otras películas y no tienen idea del legado o relevancias de la franquicia, puesto que de conocer el mínimo de la esencia y lo básico del gran concepto de Carpenter ésta película le parecerá peor que Jason X o la última versión rara de Texas Chainsaw...
Es importante saber dejar morir las sagas, y de resusitarlas que pase como cuando Coppola retomó a Drácula, o al menos cuando el Zombie retomó...