martes, 20 de octubre de 2015

The Walk (2015)

Teniendo en cuenta que quizás su último gran super hit fue en 1994, 21 años después Robert Zemeckis la próxima gran cara del cine -quasiapagada por 21 años- vuelve a echarle todas las ganas del mundo, jalando a Joseph Gordon Levitt para realizar uno de sus más logrados personajes, y basado en la gran aventura de Philippe Petit cruzando las torres gemelas, finalmente podemos decir que tener a Zemeckis de vuelta ha valido la pena, pues, aún cuando la traducida como En la Cuerda Floja no es ni cerquita Volver al Futuro o Forrest Gump, sin duda es de las mejores producciones del año, logra el uso del 3d como casi ninguna película lo hace y explota a un gran favorito de Hollywood como debería de haber pasado desde tanto tiempo atrás.
La historia la cuenta el mismo Petit (Levitt) en retrospectiva, contando cómo creció y se enamoró de las artes cicenses, se bohemizó y finalmente decidió, al conocer el proyecto en un periódico, hacer su acto en las torres gemelas a como dé lugar... Pero eso no sería fácil, pues aunque tenía facilidad para el caminar en la cuerda, debía entrenarse y planificar todo para que nada saliera mal, por lo que al primero que recurre es a un checo cirquero llamado Papa Rudy (Ben Kingsley), quien le enseña lo más importante para realizar su sueño, a un guitarrista llamada Annie (Charlotte LeBon) que se vuelve su máxima cómplice, a un fotógrafo llamado Jean Louis (Clement Sibomy), y finalmente a un matemático con vértigo llamado Jean Pierre (James Badge); una vez completados los preparativos JL, JP, Annie y Philippe viajan a NY para realizar la hazaña, a la cual tendrán que incluir uno que otro gringo, y afrontar las consecuencias que su "bandalismo" artístico pudiera provocar.
Y así, bajo la elegante y adoc música de Alan Silvestri, Zemeckis y Levitt acaparan la atención, uno en revivir su estilo y brillar nuevamente, y el otro buscando lograr el papel de su vida que ya tantos ansiamos ver. Zemeckis lo logra, y Levitt destaca (aún puede más - seguro-), y todo termina siendo un proyecto bastante aceptable y recomendable que sin duda hay que ver en el cine en 3D antes que su tiempo en exhibición termine.
La película talvez no vaya a ser una inmortal pieza cinematográfica, pero sin duda es una muy buena composición que vale la pena vivir para conocer la perspectiva zemeckiana de las increíbles hazañas de Philippe Petit.







No hay comentarios:

Publicar un comentario