Aún respetando muchos aspectos básicos para la grandeza propia de la original, Van Sant relata la misma historia sin embargo, no se puede decir a ciencia cierta si la máxima culpa la tuvo él, por aferrarse a su tendencia gay y exagerar al personaje de Norman Bates y su amaneramiento, o simplemente fue la pusilánime actuación de Vaughn, quien en esas fechas trataba de darse un valor real en el cine, el cual ahora sabemos que culminó haciendo pésima comedias románticas, pero ni la inclusión de gente con talento como Julianne Moore salva la película, que se completa con la adición bastante chafa también de Viggo Mortensen y William H Macy. No es recomendable, y es una lástima pues Van Sant en general tiene buenas cintas en su haber, solo que esta seguro no es de esas de las que bien hablamos.

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