lunes, 16 de junio de 2014

Charlie & the Chocolate Factory (2005)

Nuevamente recurriendo a Roald Dahl (Jim & El Durazno Gigante), Tim Burton se encomienda a otra aventura cinematográfica y decide volver a trabajar con Jhonny Depp, tras los estudios rechazarle la propuesta de que Marilyn Manson fuera el estelar, para llevar a cabo Charlie y La Fabrica de Chocolate, historia que ya en 1971 había sido llevada a la pantalla grande por Mel Stuart, pero de la que Burton decida rechazar por completo, diciendo al guionista, John August, que ni la pele, que él hará una adaptación del libro y no de esa cinta la cual no le agradaba.
Teniendo en el papel de Charlie a Freddie Highmore, recomendado por Depp tras la filmación de Descubriendo Nunca Jamás, la historia narra la promoción que los chocolates Wonka tienen, sobre cinco "golden tickets" (boletos dorados) que quien halle podrá usar para conocer la fábrica de chocolates, siendo Charlie el último de los ganadores de los boletos; los cinco niños son Charlie, una niña deportista, una niña ricachona, un niño obeso alemán y un niño adicto a los videojuegos, quienes al conocer a Willie Wonka (Depp) tendrán que controlar sus caprichosas actitudes y descontroladas maneras para poder hacer el recorrido de la fábrica completo, todo mientras Wonka confronta sus locuras internas sobre problemas no tan resueltos con su padre (Christopher Lee).
Pese a ser musicalizada por Danny Elfman, las constantes odiosas apariciones musicales de los oompa loompa (Deep Roy) la hacen una bizarra construcción más que nada para niños, saliéndose del molde de extrañeza duradera a la Burton nos tenía acostumbrados; la cinta es un éxitazo en taquilla, volviéndose una parada indiscutible entre las cintas de los años recientes, sin embargo pareciera una desmedida explotación de la estética burteana, que parece haberse desencadenado tras haber hablado alguien sobre la madurez del director luego de la filmación del Gran Pez.
La cinta no es universal pese a su psicodelia enfermiza y envolvente imaginería, y hace de Depp una de las más extrañas extrañezas del estilo burtoneano, una caricatura de lo caricaturezco... Así que si ésta cinta le gusta a sus niños, déjeselas ver, si a usted le gusta... pues véala, pero a criterio personal podría aquí comenzar la decaída burtoneana, donde pareciera que ahora hace cine más por el amor al dinero que por los sueños que antes inspiraron su primera etapa artística.







No hay comentarios:

Publicar un comentario