Pirates of the Caribbean: On Stranger Tides (2011)

Al final de la tercera parte, el epílogo ideal de Verbinski para sus Piratas del Caribe fue que Jack Sparrow seguiría sus aventuras, teniendo ahora aunque sea el mapa para la fuente de la juventud, y cierra. Pero obviamente tras el estrepitoso éxito de At the World´s End, el productor de la saga entera Jerry Bruckheimer pareció no importante la salida de Verbinski, y metió a Rob Marshall para suplirlo y hacer una cuarta entrega, quien para su suerte al menos volvió a contar con Geoffrey Rush y Johnny Depp para repetir sus populares roles; agregando entre otros actores a Penelope Cruz y a Ian McShane.
Como comencé diciendo del epílogo de la tercera, esa es la trama de la cuarta, la lucha de varios piratas por llegar a la fuente de la juventud.
Y desde la codicia de Bruckheimer de hacer por hacer, hasta que Penelope Cruz ni siquiera graba sus escenas completas debido a su embarazo fueron factores definitivos para que la cuarta película fuera como un virus carnivoro que echó a perder lo realizado a lo largo de tres películas antes. La película es aburrida, forzada, y lo único que vale la pena es volver a ver a Jack y a Barbosa en su relación pasivo agresiva que tanto amamos, pues ni la introducción de Barbanegra supera a Davy Jones, ni la relación de Cruz con Depp sustituye el romance de Will & Elizabeth.
No se recomienda a los externos a la saga, sino más bien a solo fanáticos de hueso colorado de la saga completa