viernes, 31 de enero de 2014

The New World (2005)

Con siete años transcurridos desde su última película, La Delgada Línea Roja, Terrence Malick recrea uno de sus mayores gustos, la historia norteamericana, teniendo bajo su dirección a Collin Farrell, Christian Bale, Christopher Plummer, la más destacada de la cinta Pocahontas Q´Orianka Kilcher, entre otros...
Es 1607, y con la llegada de la London Virginia Company, los ingleses llegan a América para empezar una nueva vida, encontrándose ahí a la tríbu de los powhatan, que primero contemplan a los europeos, y más tarde secuestran a uno de ellos, el capitán John Smith (Farrell), y en su cautiverio, ellos le muestran su cultura, y Smith la suya, mientras se enamora de la princesa Pocahontas, y empieza a encariñarse más y más con los powhatan. Mientras esto sucede, los ingleses padecen por el nuevo clima y por su propia ineptitud; a lo que, al regreso de Smith a donde los colonizadores, los powhatan les ayudan trayendo comida y prendas más calientes; solo para que poco después los ingleses se las regresen con guerra y muerte, lo que hace que el padre de Pocahontas la expulse de la tribu, y la princesa tenga que vivir ahora al lado de los conquistadores. Poco después Smith tiene que dejar América para empezar otra expedición más al norte, y deja dicho a sus compatriotas que hagan creer a Pocahontas que él ha muerto... Un nuevo inglés, llamado John Rolfe, llega, se enamora de Pocahontas, se casa con ella, y la lleva a vivir a Inglaterra, luego de que ella aceptara tras oír que Smith estaba vivo, allá en el viejo continente.
Sí, es la sinopsis más larga en El Ojo desde que se abrió el blog, pero como tiene varios giros, solo hacía podía ser...
Con un hermoso llevamiento de la trama, preciosa fotografía, amor visual por la naturaleza nativa, por la cultura powhatan, además de la genial idea de que haya más dialogos en off, como pensamientos, como cartas, que dichos a cuadro, la cinta es una fabulosa manera de contar la conquista norteamericana. Mallick se luce y la vuelve un clásico, haciendo de las escenas de naturaleza y contemplación poesía visual, de las batallas, posturas políticas, y de las secuencias en Inglaterra tan elegantes como alguna vez Kubrick lo lograra con Barry Lyndon.
Una excelente película que pudiera empezar un tanto cansada, pero ya con el ritmo andando se vuelve como una caída libre, donde uno llega a contemplar lo maravilloso de la tierra.






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