Sobre la amistad entre Sousuke, un niño humano, y Ponyo, una niña pez, y cómo esta amistad se ve fustrada por los deseos del padre de Ponyo, quien no quiere que ella conviva con los humanos, solo para que después Ponyo le desobedezca y se torne en una rara niña humana, que ya siendo así va a buscar a Sousuke para vivir con él, aunque esto ponga en jaque la existencia de la vida en su totalidad.
Con una asombrosa animación sobre todo en las secuencias de las olas del mar, y un acostumbrado toque autoral en el resto de la película, aunque no le llega a los talones a lo tremendo que Chihiro fue, Ponyo da lecciones de guión y animación a la mayoría de cintas de occidente, diciendo a gritos la importancia que Miyazaki se hizo para sí mismo, como uno de los directores de animaciones de la más alta calidad de la historia.
Así que si usted es padre y no sabe qué cintas ponerle a sus pequeños, Ponyo y cualquier cinta de MIyazaki es la opción, y un millón de otakus respaldan la recomendación.

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