La máxima joya del legendario Ingman Bergman, El Séptimo Sello es sin duda la máxima pieza del director, y se basa en una obra de teatro que Bergman escribió para sus estudiantes de teatro titulada Tramalning (Pintura sobre Tabla), basada a su vez en la pintura del muralista Albertus Pictor (quien sale en la película) narrando las desventuras de una serie de personajes medievales, cirqueros, brujas, analogías de María & José (Jof & Mía) girando todo en el ojo de la peste negra y un juego de ajedréz llevado a cabo entre un cruzado, interpretado por Max Von Sydow, en su más épica actuación, y la muerte misma (Bengt Ekerot), que marchan lentamente hacia ella, esperando la danza macabra en la que caerán y sumergirán las esperanzas del mundo entero en el silencio del mismo dios, que se utiliza de referencia desde la primera cita apocalíptica de la películas, sacada de Ap 8:1 "Y cuando el cordero rompió el último sello, hubo silencio en el cielo durante media hora".
Una cinta perfectamente metafísica, llena de simbolismos y magia en blanco y negro, que realzan al director como uno de los gigantes de la historia del cine, haciendo del Séptimo Sello su Citizen Kane, y creciendo al olimpo de los dioses del cine. Una absoluta recomendable para cualquier cinéfilo del mundo sean cuales sean sus gustos cinematográficos.
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