Dirigida por Richard Shepard, estrenada en el Fantastic Fest 2018 y producida por Netflix, Perfection es una cinta de tendencia súper millenial, que inicia con una propuesta interesante, pero que giro por giro va metiéndose el pie consiguiendo solamente ahogarse con su propia pretensión más que enaltecer esa narrativa seminolineal que bien podría haber parecido buena idea para el director, pero realmente solo es un mal chiste que pierde pies y cabeza rápidamente.
La historia comienza simple, dos chicas, Charlotte & Lizzie (Allison Williams & Logan Browning) estudian en una prestigiosa escuela de música, ambas luchan por ser las mejores, pero al final terminan enamorándose, llevándolas a un viaje a la China rural donde parecen contraer una rara enfermedad de la que se habla, siendo Lizzie la más afectada, infectándose gravemente de ésta provocándole una ansiedad enferma que le produce gusanos al interior de su cuerpo, obligándolas a quedar a la deriva de ningún lugar, teniendo como única ocurrencia para solucionar su problema: cortar el brazo de Lizzie... What!? Sí, sí sucede y no explicaré porqué, pero de ahí en adelante se empiezan a sucitar tantos giros en la trama que al final nada parece tener sentido... aunque en teoría sí lo tiene, pero como digo, más que volver la cinta interesante, estos giros la tornan pretensiosa y fofa...
ya no digo más al respecto, porque si quieren pueden verla y saber más de lo que me refiero...
Como menciono, ahora es parte del catálogo de Netflix, y si esta reseña breve no los ha desanimado pueden verla, pero no la recomiendo más que para dominguear o para subsanar la curiosidad que este texto sin spoilers pudiera haber dejado en ustedes...
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