Dirigida por Marc Webb, y anunciada como una de las máximas recomendaciones Cinépolis -aunque casi no está en sus salas-, la que según se traduce como "Un Don Excepcional" es una película que cae en el colmo del cursilismo tendencioso, una película mal hecha, mal recortada, mal contada, y que bien podría catalogarse en un género al que aquí, en el blog de las reseñas cíclope, llamaremos Ultraempatía, un género que parece que lo único que quiere es obligar al público a crearse falsas emociones por medio de innecesarias escenas dramáticas que caen en el absurdo, personajes que serían mejor explotados, pero prefieren ser mostrados en momentos específicos para sacar casi a rastras las lágrimas y los awwww´s y tomas forzadas que tratan de remitir a fotografías familiares, túneles a los recuerdos de la audiencia, teniendo que en conjunto esto más que crear una empatía directa con los espectadores, se vuelve un vómito meloso de cine que si bien tiene derecho a existir, mejor debería irse directo a canales de tv abierta o señales dedicadas a señoras sin amor que andan buscando la manera de sentir a través de productos de los medios de comunicación.
Estelarizada por el Capitán América, Chris Evans, -ya pasó de su porquería de Spiderman a un superhéroe respetable, solo para volverlo un personaje cuadrado, mal realizado y hasta estereotípico- y la niña McKenna Grace; la cinta nos narra la historia de Mary (Grace), una niña superdotada, quien vive en Florida, con su tío (Evans), un borracho que arregla lanchas, comenzando a contar la relación el día en el que el tío manda por primera vez a Mary a la escuela; ella está renuente porque sabe que no podrá relacionarse bien con sus compañeros, y en efecto pasa; solo que nadie contaba con que habría una maestra miel (Bonnie Stevenson), que la apoyaría... pero solo unos minutos, la trama se vería súbitamente llevada a una directora (Elizabeth Marvel), que solo sale un par de escenas, pero basta para que sea ella quien llame a la abuela, mamá del tío, (Lindsay Duncan), para acusarle de que éste no quiere llevar a Mary a una escuela para genios, justificándose él con que quiere que la niña esté con otros niños normales para que conserve su humanidad... La abuela demanda la custodia de ella, y esto llevará a una serie de secuencias mal ordenadas que terminarán construyendo este empalagoso y forzado intento de buena película, apabullados por eso que es la nefasta ola de ultraempatía...
Completando el cast con Octavia Spencer en el rol de otro personaje mal desarrollado, la película jamás señalaría haber estado hecha por quien honestamente destacara por la famosa 500 Days of Summer, pero que no nos extrañaría saber que esta hecha por el nefasto realizador de la repugnante saga de Amazing Spiderman, concluyendo con esto que talvez la cinta sobre la "malévola" Summer fue más un tiro de suerte que una muestra de genialidad, mostrando el verdadero talento de Webb a partir de la saga arácnida, demostrando que realmente el director es alguien que no vale la pena seguir, teniendo quizás entonces para los cinéfilos recientes el apuro de buscar una nueva razón para considerar a 500 Days of Summer como el nuevo clásico que ya es; talvez por Joseph Gordon Lewitt, él sí es cool... talvez fue él, talvez Deschanel, no lo sé, quedará en ustedes amorosos millenials forever alones...
Entonces, sí, Cinépolis la súperrecomienda, pero no la pone en la mayoría de sus salas, talvez porque sepa que más allá de la participación del Cap y la inclusión de una adorable niñita, la película es imposible de recomendar, teniendo aquí más un producto digno de TvAzteca que de Hollywood. Mala, chafa, aburrida...
No hay comentarios:
Publicar un comentario